El 36% de los docentes catalanes se plantea dejar la profesión

Un preocupante 36% de los docentes catalanes se ha planteado abandonar la profesión, según revela un reciente estudio realizado por el sindicato mayoritario en el sector educativo, USTEC-STEs, basado en una encuesta respondida por 10.414 maestros y profesores de Catalunya. El porcentaje se eleva al 42% entre los hombres, de los cuales un alarmante 27% está dispuesto a dejar la docencia este mismo año, mientras que baja al 34% en el caso de las mujeres.

Las comarcas del Pallars Sobirà, con un 62%, y la Alta Ribagorça, con un 55%, lideran el ranking en toda Catalunya de profesores considerando dejar la profesión. Les siguen el Solsonès (50%), Aran (41%) y la Segarra (40%). Por debajo de la media se sitúan el Urgell (34%), el Segrià y el Pla d'Urgell (32% en ambas), el Pallars Jussà (31%), Les Garrigues (26%) y la Noguera con un 25%, siendo el índice más bajo de todas las comarcas catalanas.

Xavier Díez, miembro de USTEC y coordinador del estudio, señala que los factores que más "desgaste" causan a los docentes son los conflictos con personas (43%), la carga mental (25%) y la burocracia (19%). Asimismo, un 24% afirma dedicar más de 13 horas semanales de trabajo en casa, un 88,6% cree que en los últimos años ha tenido un incremento del volumen de trabajo, el 64% remarca que trabaja seis días a la semana y el 17%, siete.

Mayor predisposición a dejar la docencia entre los más cualificados y los de menor nivel de ingresos

El estudio determina que los docentes con una cualificación superior, los doctores, son los que están más predispuestos a dejar el trabajo (un 43%) y el 37% del profesorado está dispuesto a cambiar a otro empleo "de un estatus y salario similar". Por nivel de ingresos, un 50% de los que tienen ingresos familiares de menos de 1.800 euros mensuales se plantean dejar de ser docentes, disminuyendo el porcentaje hasta el 26% entre los que reconocen ingresos de 5.000 euros.

Preocupantes cifras sobre la salud mental y física del profesorado

Respecto a su salud psicológica, un 28% de los docentes asegura que es insatisfactoria y un 17%, muy insatisfactoria. El malestar mental es mayor en el colectivo de entre 31 a 40 años y entre los interinos. Por tipología de centros, en los institutos-escuela alcanza el 47%. Y entre los docentes con una mala situación económica, el índice asciende al alarmante 60%. En cuanto a su salud física, un 20% del profesorado la considera insatisfactoria y un 9%, muy insatisfactoria.