Bachillerato al atardecer
El Màrius Torres es el único instituto de la provincia que ofrece estos estudios en formato nocturno, de 17.00 a 22.00 horas. Este año lo cursan 18 alumnos de primero y 42 de segundo, todos mayores de edad que tuvieron que dejar los estudios por diversos motivos y los quieren retomar
El instituto Màrius Torres es el único de la provincia que permite cursar el Bachillerato en formato nocturno, de 17.00 a 22.00 horas. Es la opción elegida este año por 18 alumnos de primero y 42 de segundo, todos mayores de edad que habían dejado los estudios por distintos motivos y los quieren retomar. “A muchos les había ido mal académicamente, entraron en el mundo laboral y vieron la necesidad de titularse para acceder a una oposición, mientras que otros quieren continuar sus estudios en la universidad o los tuvieron que dejar por motivos de salud, familiares o laborales”, explica la coordinadora de estos estudios en el instituto, Carme Bellostes. “No se sentirían bien con adolescentes de 16 años, y los jóvenes del diurno tampoco. La diferencia entre los 16 y los 20 años es mucho más exagerada que de los 20 a los 24”, valora la profesora.
El formato nocturno funciona casi igual que el ordinario, con la excepción de que la asistencia a las clases no es obligatoria. “Siempre recomendamos que vengan, pero muchos alumnos trabajan por las mañanas y las clases de 21.00 a 22.00 horas se vuelven duras”, comenta Bellostes. Así pues, todos cuentan con una plataforma online donde pueden seguir las asignaturas desde casa. La profesora explica que “dirigimos las clases de forma muy personal y huimos de las sesiones magistrales al uso” para que los alumnos se sientan cómodos. De hecho, recuerda cómo “una anterior alumna trabajaba en un supermercado durante todas las mañanas y decía que en el instituto se relajaba”.
En este Bachillerato alternativo solo se ofrecen las especialidades humanística y social, a causa del menor número de alumnos que en el diurno. “Muchos vienen por materias sueltas que tenían suspendidas, sobre todo las comunes del segundo curso”, explica la profesora. De hecho, señala que Inglés es la que cuenta con más inscritos. La mayoría de los alumnos no se presentan a la selectividad, aunque en cada curso hay algún aspirante. “El año pasado se presentaron 4 alumnos y aprobaron todos”, celebra Bellostes.
Carme Bellostes, coordinadora del Bachillerato nocturno: “Hacemos una obra social, y los alumnos son más agradecidos”
Carme Bellostes lleva 22 años enseñando Funcionamiento de la Empresa en el Màrius. Tras muchos cursos siendo profesora por las mañanas, hace tres años cambió al formato nocturno “y ya he decidido que me jubilaré aquí, los alumnos muestran mucho más agradecimiento y no hay que pedirles que atiendan”. Bellostes afirma que “hacemos una obra social” porque “no solo tenemos en cuenta el contenido, también el calor humano”. La profesora explica que “cada año sentimos que puede ser el último del formato nocturno porque supone unos gastos importantes, pero la contraprestación social que genera es mayor”.
Itziar Montero, alumna del Bachillerato nocturno en el Màrius: “Me siento cómoda porque como máximo somos diez en la clase”
“Prefiero estudiar por las tardes para no coincidir con mi hermana (de 16 años), que cursa Bachillerato en el mismo centro por las mañanas”, explica Itziar Montero, que a sus 22 años cursa segundo de Bachillerato nocturno en el Màrius. “Es duro porque hay que estudiar mucho, pero me siento mucho más cómoda que cuando estaba en un ciclo formativo, porque aquí somos 10 alumnos como máximo en la clase”. Montero descubrió hace unos años su pasión por la escritura, que la ha llevado a publicar su primer libro, Desastre que lleva al caos, y a cursar Bachillerato con el objetivo de estudiar Filología Hispánica en la universidad.