LLEIDA
El sabotaje que dejó sin internet a miles de usuarios en Lleida, impune 6 meses después
Los Mossos mantienen abierta la investigación, aunque sin pistas para localizar a los responsables. La falta de autor deja sin cubrir la mayoría de las pérdidas que sufrieron cientos de empresas
El sabotaje a un nodo de conexiones de la red de fibra óptica de Lleida perpetrado el 16 de abril sigue impune seis meses después, una situación que todo apunta a que no va a variar y que tiene incidencia directa en las posibilidades de las empresas para percibir compensaciones. Fuentes de los Mossos confirmaron que hasta el momento no ha sido indentificada ninguna de las personas que pudieron participar en el sabotaje, aunque mantienen abiertas las pesquisas para tratar de dar con ellas. Los contratos de empresa para el servicio de internet por fibra suelen establecer el número o porcentaje de días u horas al cabo del año, o en ocasiones del mes, en que la fibra debe estar operativa o no, algo que se acuerda en función de las necesidades de la empresa, como los cierres en fin de semana o los periodos de vacaciones, y que afecta de manera determinante a la tarifa que se paga por ese acceso a la red.
Los afectados solo podrían reclamar a las compañías de teléfono por la falta del servicio en los días que el corte, que tuvo una duración de entre dos y cuatro días, hubiera excedido a las condiciones pactadas, aunque sí podrían demandar esa compensación a los causantes del corte en caso de que llegaran a ser identificados. Sin embargo, el agotamiento del plazo de seis meses sin que eso haya ocurrido opera en la práctica como un sobreseimiento del caso. Una reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal de la etapa de Mariano Rajoy determina que las fuerzas de seguridad solo han de remitir a los tribunales los atestados cuando en estos se señale a alguien como sospechoso de los hechos que se investigan. Solo hay dos excepciones: que un juez o la Fiscalía reclame esas actuaciones o que se trate de alguno de los delitos incluidos en una lista cerrada (homicidios, asesinatos, delitos sexuales, ataques a la integridad física y corrupción) en la que no figuran los daños ni los estragos.
La avería afectó a una treintena de municipios de seis comarcas con más de 61 vecinos y a empresas
El sabotaje se produjo la noche del martes 16 de abril de 2024, cuando, tras la sustracción de la pesada tapa de metal que protegía uno de los accesos a la galería por la que discurre el tendido de fibra óptica, comenzó un incendio que fundió el cableado en un tramo de varias decenas de metros. Telefónica, el principal suministrador de internet por fibra óptica en la demarcación de Lleida, es la empresa propietaria de la infraestructura afectada, aunque otras compañías utilizan esa misma red.
El fuego, que afectó a un nodo de conexiones de la red de fibra óptica, se tradujo en una avería que implicó a alrededor de una treintena de municipios del Segrià, Les Garrigues, el Pla, el Urgell, la Noguera y la Segarra con más de 61.000 vecinos, así como a las empresas de los polígonos El Segre y el Camí de les Frares, en la capital. La avería se prolongó, según las zonas, entre 48 y 96 horas. El inicio de la reparación en una galería cercana a la antigua N-II se retrasó hasta primera hora de la tarde del día 17 ante la imposibilidad de acceder como consecuencia del “efecto horno”.
Los particulares tienen derecho a compensaciones al fallar el servicio
Fuentes de Telefónica explicaron que los particulares sí tienen derecho a una compensación por las interrupciones del servicio de suministro de internet por fibra óptica con independencia de la duración de esos fallos, algo que no ocurre con las empresas, cuyos contratos incluyen días de carencia en los que no lo reciben. La ausencia de autores identificados deja impune la compensación de las pérdidas económicas que sufrieron centenares de empresas y negocios que resultaron afectados, que en muchos casos se vieron obligados a implementar sistemas alternativos de acceso a internet para poder mantener su actividad.