LLEIDA
La vieja estación de buses de Lleida podrá tener usos culturales, deportivos, sanitarios o educativos
Entre un amplio abanico que también incluye los religiosos, funerarios, residenciales y administrativos. Abierto el proceso para decidir su futuro a partir de 2026, cuando dejará de funcionar como apeadero
La vieja estación de autobuses de la calle Saracíbar podrá acoger equipamientos de un amplio abanico de usos a partir de 2026, cuando se prevé abrir la nueva terminal junto a la de trenes y que la actual deje de funcionar como apeadero. El espacio, con una superficie de casi 4.000 metros cuadrados, tiene permitidos usos educativos, socioculturales, deportivos, sanitarios y asistenciales, residenciales especiales, administrativos y religiosos, así como funerarios. La arquitecta municipal Imma Castelló lo explicó ayer en la visita abierta a las instalaciones que la Paeria organizó para que los vecinos puedan aportar ideas sobre su futuro. La arquitecta afirmó que el ayuntamiento tiene libertad para “cambiar los accesos, derribar partes o imaginar un interior descubierto” total o parcialmente. “El espacio permite varios usos alternativos con actividades asociadas que estén en diálogo”, añadió.
Un centenar de vecinos, técnicos municipales y miembros de entidades y de grupos políticos participaron en la primera acción del proceso participativo con el que la Paeria pretende “detectar las necesidades de la ciudad y el barrio para que el aprovechamiento sea máximo”, según indicó el teniente de alcalde Carlos Enjuanes. El concejal explicó que “el alcalde ya ha recibido más de 200 ideas diferentes” e indicó que “el proceso será largo”, ya que los técnicos deberán hacer un mapeo de la tipología de agentes, entidades y vecinos del barrio, un análisis de sus necesidades y un último proceso de propuestas. Así, el ayuntamiento espera concretarlas en un plazo de un año y medio.
La Paeria municipalizó el apeadero en 2022, cuando venció su concesion. “Se ha ido quedando sin equipamientos y en un estado deplorable, seguramente por la falta de inversión de los concesionarios”, valoró Joan Ganau, profesor de Geografía Humana de la Universitat de Lleida (UdL). “Sabiendo que la concesión era de 50 años, ¿por qué no se intervino hace 10 o 12 desde cualquier administración para revertir el final que está teniendo?”, reivindicó. El profesor recordó el pasado del espacio como el antiguo mercado de Sant Lluís y aseguró que “tiene mucho potencial”, pero precisó que “no se tendría que haber llegado a este punto de degradación”.El próximo proceso participativo del proyecto Imaginem que se abrirá será el de las Platges de Lleida, el próximo miércoles con una visita a la canalización.