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ENTREVISTA MOSSOS D'ESQUADRA

Josep Maria Estela: «Faltan más mossos y medios y seguiré mirando por Lleida»

«Faltan más mossos y medios y seguiré mirando por Lleida» - JORDI ECHEVARRIA

Lleida

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Hace apenas diez días se publicó que regresaba a la cúpula de los Mossos y dejaba de ser el jefe de la Región Policial de Ponent. Han sido dos años como máximo responsable en Lleida. ¿Qué balance hace a nivel global?

Uno de los objetivos que me marqué fue el de mejorar la colaboración con instituciones y otros cuerpos como la Guardia Urbana de Lleida, la Policía Nacional o la Guardia Civil. Me siento especialmente satisfecho porque, en estos dos años, hemos trabajado muchísimo en la colaboración y la cooperación, que se ha traducido en equipos conjuntos de investigación en temas graves, drogas, dispositivos y vigilancia. Hemos conseguido dar un paso más.

A nivel delincuencial, ¿qué es lo que más le ha preocupado?

La realidad delincuencial de aquí tiene dos escenarios: la ciudad de Lleida, por su tamaño; y el resto de la región, en un entorno más rural. Además, se da una peculiaridad: los medios, que sois muy potentes; así como el ‘boca-oreja’, lo que hace que haya una importante difusión de lo que pasa a diario. Esto nos hace jugar con desventaja. Es decir, que la sensación de inseguridad enseguida crece. Me explico, dos o tres robos en domicilios en el área metropolitana quedan en el anonimato, pero aquí generan alarma. Es algo que tenemos en cuenta a la hora de trabajar y es uno de los problemas que más nos preocupan y ocupan porque son los que generan más inseguridad. Es donde hemos destinado más recursos, más vigilancia y más investigaciones.

Se ha disparado el cultivo y el tráfico de marihuana. ¿Es otro problema grave?

Evidentemente, pero es algo generalizado en la zona mediterránea. Son un auténtico problema. Además, generan mucha carga de trabajo a las unidades de investigación.

En los últimos años han aumentado los delitos sexuales. ¿A qué lo atribuye?

El impulso para denunciarlos que ha habido a todos los niveles ha permitido aflorar unos casos que no eran conocidos, una cifra oscura. Es el factor principal que explica que hayan aumentado los casos en los últimos años.

Hace unas semanas dijo “tolerancia cero con las armas blancas”.

Hay determinados comportamientos, como el uso de armas blancas o el alcohol al volante, en el que hay decir: tolerancia cero. Hay más decomisos de armas porque hacemos más controles.

Y en la lucha contra los multirreincidentes. ¿Sienten cierta impotencia?

La policía hace su trabajo. Puede haber una discusión con la legislación, pero yo identifico el problema en el ámbito judicial, que no tiene los recursos humanos y materiales para simplificar los procedimientos, que se dilatan en el tiempo de manera exagerada. Hay un colapso que los propios responsables denuncian. Lo contrario, por ejemplo, de lo que pasa con las infracciones o delitos de tráfico.

En estos dos años ha habido dos crímenes que no se han resuelto, los asesinatos en La Baronia de Rialb y Vilanova de la Barca. ¿Hay alguna novedad sobre ellos?

No puedo decirle nada más allá que estamos muy encima de ellos.

Usted ha dicho en ocasiones que los Mossos necesitan más agentes y más recursos.

Es una de las prioridades y seguiré mirando por Lleida. Llevamos 25 años y las comisarías se han quedado obsoletas y con falta de espacio. En algunos casos no hay ni sitio para las taquillas de los nuevos agentes. ¿Qué demanda tenemos aquí? Actualizar nuestras infraestructuras. Está el proyecto de la segunda comisaría en Lleida, que será para los servicios regionales y la actual, solo para el Segrià. Además de la nueva de Mollerussa. Por otro lado, hemos mejorado en el número de agentes y mandos, pero debemos incrementarlo. Por último, no nos debemos quedar atrás en el uso de las tecnologías y hemos de disponer de los medios suficientes para asistir al ciudadano in situ, especialmente en un territorio como el nuestro.

Regresa a la cúpula del cuerpo ¿lo siente como una restitución?

Es un honor que los responsables del cuerpo cuenten conmigo para que vuelva a formar parte de la dirección. Esta reincorporación es una oportunidad para seguir con los proyectos que inicié cuando fui comisario jefe, con el modelo de proximidad, de un cuerpo que tiene una estructura territorial muy potente que es lo que da sentido a nuestra existencia. Es la base, la atención al ciudadano como prioridad, el tratamiento de las víctimas, que seamos capaces de atenderlos como se merecen. Mejorar los tiempos de respuesta, priorizar a los colectivos vulnerables y potenciar el servicio.

¿Qué pasó con su cese?

Obviamente no fue un momento fácil para mí que la dirección política del momento creyera oportuno que no debía seguir en mi lugar, pero hay momentos en la vida en los que uno debe decidir entre perder la cabeza y perder la dignidad y yo decidí no perder la dignidad. Y, aunque cuando te cortan la cabeza duele mucho, supongo que perder la dignidad debe ser más doloroso. En estos dos años en Lleida he intentado aportar todo lo que sabía. Trabajar en Ponent es una de las mejores cosas que me han podido pasar, en tu territorio y con tu gente. Han sido dos años muy bonitos.

Se le ve agradecido.

Mucho. Se lo quiero agradecer a los agentes y a los diferentes mandos del cuerpo. Hace 25 años del despliegue y es una región con una gran experiencia, con unos valores muy sólidos, de servicio público y de hacer el trabajo bien. Y también dar las gracias a las instituciones, con su voluntad de trabajar juntos.

El comisario Josep Codina es su sustituto. ¿Qué puede decir de él?

Era muy importante que el comisario que viniera a Lleida entienda nuestra realidad. Se lo he explicado y además viene de la Catalunya Central. Entiende perfectamente las necesidades, es una garantía y seguirá trabajando en la línea actual y tendrá la sensibilidad necesaria.

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