LLEIDA
Anulaciones y demoras en las visitas por fibromialgia en el hospital Santa Maria de Lleida
Tras jubilarse uno de los 2 reumatólogos de la unidad, que atiende a 2.000 pacientes
La reciente jubilación de uno de los dos reumatólogos de la unidad de fibromialgia y fatiga crónica del hospital Santa Maria está causando retrasos de varios meses y cancelaciones en las visitas médicas a los usuarios. Fibrolleida acusa a la gerencia de “dejar morir” una unidad que atiende a más de 2.000 pacientes al año.
Pacientes con fibromialgia, fatiga crónica y sensibilidad química sufren anulaciones de visitas y demoras de hasta varios meses para ser atendidos por un médico en el hospital Santa Maria. La asociación Fibrolleida, que reúne a medio millar de leridanos afectados por estas patologías, explica que los “retrasos y cancelaciones de citas sin ser reprogramadas” son consecuencia de la jubilación en junio de uno de los dos reumatólogos de la unidad especializada del centro. Fibrolleida acusa a la gerencia de “dejar morir la unidad” porque “el médico que queda pidió ampliar su jornada al 100%, pero solo le permitieron hacer más horas en el hospital Arnau”, explica la presidenta de la entidad, Carme Fabregat.
El departamento de Salud certificó en 2017 al servicio de atención a los síndromes de sensibilización central del Santa Maria como unidad de experiencia clínica de referencia en la demarcación. Está integrada por personal médico, de enfermería, fisioterapia y psicología, y atiende a más de 2.000 pacientes al año. “Costó mucho tenerla y ahora que tiene presupuesto no la podemos perder, los médicos de familia están saturados y no tienen la formación específica para tratarnos”, afirma la vicepresidenta de Fibrolleida, Teresa Sánchez.
La empresa pública GSS, que gestiona el Santa Maria, admite que “la demora de las primeras visitas de facultativo de la unidad se ha visto incrementado” desde la jubilación, “pero esto no quiere decir que no se estén atendiendo a los pacientes que necesiten valoración” por parte de reumatólogos, asegura. Asimismo, explica que “los dos facultativos compartían su dedicación tanto en el Santa Maria como en la Fundació Sant Hospital de La Seu d’Urgell, por lo que su dedicación no era exclusiva en la unidad”.
La fibromialgia y el resto de síndromes de sensibilización central son patologías especialmente invalidantes en un gran número de pacientes. “Necesitamos tanto a los médicos como a los fisioterapeutas y psicólogos, nuestra enfermedad no es distinguible a simple vista y muchas veces nos han dicho que no tenemos nada”, lamenta Fabregat, que destaca sus dificultades para probar sus incapacidades ante el Institut Català d’Avaluacions Mèdiques (ICAM). “La mayoría de personas con fibromialgia somos mujeres, y a casi todas nos han dicho que tenemos ansiedad, lo que nos genera rabia, impotencia y frustración”, añade Sánchez.
Fibrolleida asistirá este jueves al pleno del Parlament, donde instará a la Generalitat a que dote la unidad del Santa Maria con un médico más. La asociación lamenta la “falta de reacción” del centro ante una jubilación que estaba prevista, y la portavoz de CCOO Helena Motos valora que “es una completa desidia e incompetencia”. Motos explica que a varias personas les han anulado su visita médica el día antes “y no constan en listas de espera porque no han sido reprogramadas”, concluye.
El Sobirà exige a Salud reforzar la atención paliativa
El consell de alcaldías del Pallars Sobirà acordó ayer solicitar una reunión con la consellera de Salud, Olga Pané, para reclamar una solución en breve las deficiencias sanitarias en los Pallars. Esta es la primera medida de presión que se adoptará, según explicaron los alcaldes consultados. En concreto, reclaman un médico para cubrir la baja del facultativo del Programa de Atención Domiciliaria y Equipos de Apoyo (Pades) desde el pasado mes de abril, cuando la médica que ocupaba esta plaza optó por ir a otro puesto en el Centro de Atención Primaria (CAP) de Llavorsí. Este servicio, que cuenta con un equipo formado por facultativos, enfermeras y trabajadores sociales, atiende a domicilio a personas que tienen una enfermedad crónica compleja o en situaciones del final de vida para cuidados paliativos con el fin de evitar la hospitalización. Fuentes de Salud ya indicaron la pasada semana que se ha continuado prestando con personal experto de enfermería, trabajo social y apoyo de salud mental en coordinación con el equipo médico del Hospital Comarcal del Pallars, y ya se ha contactado con una médica que se incorporará en breve. Actualmente, en la región sanitaria del Alt Pirineu y Aran hay en marcha tres unidades del Pades y en Lleida, cinco.