Niega ser el autor de un robo en el que se dejó sus llaves y hallaron su huella

Varias son las pruebas que incriminan a B.R.S., un histórico delincuente leridano que a sus 40 años acumula unos 70 antecedentes, como autor de un robo con fuerza en una farmacia de Passeig de Ronda. Se enfrenta a una petición de cinco años y ocho meses de prisión porque la Fiscalía solicita que se le aplique los agravantes de multirreincidencia y de disfraz (el autor iba encapuchado). B.R.S. fue juzgado ayer en la Audiencia de Lleida y negó ser el autor: “quieren que sea condenado por convicción moral de la policía pero sin pruebas”. Pero todas las pruebas van en su contra. Los Mossos d’Esquadra hallaron un huella dactilar suya en el adoquín que utilizó el ladrón para romper la puerta de cristal del almacén del establecimiento. Además, se dejó las llaves en el interior –los investigadores comprobaron que pertenecían al piso de su hermana, donde vivía el acusado-. Además, lo reconocieron sin duda alguna en las grabaciones de la cámara de seguridad del establecimiento.

El ladrón se llevó unos 600 euros de las cajas registradoras y cupones para medicamentos que también tienen un valor económico. Ocurrió la madrugada del 8 de febrero en Ronda, cuando el establecimiento estaba cerrado al público, como ya informó este periódico. Fue arrestado días después al ser sorprendido “in fraganti” cuando había entrado a robar en una pizzería de la calle Pere Cabrera, en Cappont. Se escondió detrás de una nevera. Dos semanas antes había sido arrestado como presunto autor de un robo en la sede de Creu Roja.

El robo se produjo la madrugada del 8 de febrero en Ronda y fue grabado por cámaras de seguridad

Su letrado, Joan Argilés, pidió la absolución al considerar que los Mossos habían hecho una investigación prospectiva. El acusado reiteró que “siempre dicen que soy yo”.