La enigmática cruz gigante y luminosa de la torre de la Seu Vella de Lleida
Una cruz gigante corona la torre del campanario en una imagen cautivadora de 1954, durante la Santa Misión para enderezar las almas descreídas
Una imagen cautivadora y enigmática emerge de la oscuridad de la noche a la Seu Vella de Lleida. Lo que parece un fotograma de una película del universo fílmico de Álex de la Iglesia es, en realidad, una instantánea bien real del pasado. Concretamente, se trata de una fotografía tomada entre el 3 y el 14 de marzo de 1954, durante la celebración del final de la Santa Misión en la diócesis de Lleida.
La imagen muestra una cruz gigante y luminosa que corona la torre del campanario de la Seu Vella, destacando sobre la negra silueta del edificio. Esta cruz efímera fue colocada como parte de las celebraciones de la Santa Misión, una iniciativa de la Iglesia Católica para enderezar las almas descreídas y fortalecer la fe de los fieles.
Este último párrafo lo hemos extraído del libro El Tossal de la Seu Vella, 1860-1960, editado por Efadós, y de los autores Joan-Ramón González, Jordi Mestre y Joan Ignasi Rodríguez. La fotografía es de Josep Gómez Vidal, archivo AFIEI - Fons Gómez Vidal
La Santa Misión: un esfuerzo por revitalizar la fe
La Santa Misión fue un acontecimiento religioso de gran importancia en la diócesis de Lleida durante la década de 1950. El objetivo principal era revitalizar la fe y la práctica religiosa entre la población, en un momento en que la Iglesia percibía un cierto alejamiento de los valores y las creencias tradicionales.
Durante la misión, se llevaron a cabo numerosas actividades y celebraciones religiosas, como misses, procesiones, conferencias y actos de devoción popular. La cruz gigante y luminosa colocada en la torre del campanario de la Seu Vella fue uno de los elementos más destacados y simbólicos de esta iniciativa.
La Seu Vella: un símbolo de la historia y la identidad de Lleida
La Seu Vella es uno de los monumentos más emblemáticos y queridos de la ciudad de Lleida. Construida en el siglo XIII sobre la colina conocida como el Tossal de la Seu Vella, esta antigua catedral ha sido testigo de la rica historia de la ciudad y ha sobrevivido a numerosos conflictos y vicisitudes a lo largo de los siglos.
Durante la década de 1950, la Seu Vella se encontraba en un estado de deterioro y abandono, después de haber sido utilizada como cuartel militar durante mucho tiempo. La colocación de la cruz gigante y luminosa durante la Santa Misión fue vista como un símbolo de la recuperación y la revalorización de este importante monumento.
La fotografía de Josep Gómez Vidal: un testigo del pasado
La imagen de la cruz gigante y luminosa sobre la Seu Vella fue captada por Josep Gómez Vidal, destacado fotógrafo leridano. Gómez Vidal dejó un importante legado fotográfico que documenta la vida y la historia de Lleida durante gran parte del siglo XX.
Esta fotografía en particular forma parte del fondo Gómez Vidal, conservado en el Archivo Fotográfico del Instituto de Estudios Ilerdenses (AFIEI). Gracias a la tarea de preservación y difusión de este archivo, imágenes como esta pueden ser redescubiertas y valoradas por las nuevas generaciones.
Un recuerdo de la Lleida de los años 50
La imagen de la cruz gigante y luminosa sobre la Seu Vella durante la Santa Misión de 1954 es mucho más que una simple fotografía. Es un testimonio de una época, de una sociedad y de unas creencias que marcaron profundamente la historia de Lleida.
A través de esta imagen, podemos imaginar el ambiente de esperanza y fervor religioso que se respiraba en la ciudad durante aquellos días de marzo de 1954. La Seu Vella, jubilosa por su incipiente recuperación después de décadas de olvido, emergía como un símbolo de la identidad y la resiliencia de los leridanos.
Un misterio luminoso en la oscuridad de la noche
Casi siete décadas después, la imagen de la cruz gigante y luminosa sobre la Seu Vella sigue cautivándonos con su belleza y su misterio.
Hoy, gracias a la fotografía de Josep Gómez Vidal y a la tarea de preservación del AFIEI, podemos seguir disfrutando de este misterio luminoso y adentrarnos en los secretos y las emociones de una Lleida que, a pesar de pertenecer al pasado, continúa viva en nuestra memoria colectiva.