Protesta a cámara lenta: 100 familias marchan con sus coches contra la supresión de una línea de I3

Más de cien familias de la escuela Alba protestaron ayer contra la posible eliminación de una línea de I-3 en el centro y en la escuela Espiga que el departamento de Educación plantea a partir del próximo curso. Los padres y madres que se manifestaron recogieron a sus hijos a las 16.30 horas con sus vehículos, donde llevaban pancartas con el mensaje “queremos todas las líneas públicas de I-3 abiertas”, y empezaron una marcha lenta desde las puertas del centro –en la carretera de Corbins (C-12)– hasta el pabellón Barris Nord. Asimismo, las familias mostraron su oposición al cierre de grupos de primero de ESO que la Generalitat también plantea en tres institutos de la ciudad.

En representación de la Asociación de Familias de Alumnos (AFA) del centro, Gerard Fontanals valoró que el posible cierre “es un ataque contra la escuela pública” y aseguró que “haremos todo lo que podamos para evitarlo, siempre de forma pacífica y con voluntad negociadora, porque no lo queremos permitir”. Miembros de la AFA también explicaron que están preparando una moción que prevén presentar en el próximo pleno municipal para instar al ayuntamiento “a que haga todo lo que esté en su mano” para frenar la eliminación de líneas en la educación pública.

La dirección de la escuela Alba prevé reunirse mañana con el departamento para tratar esta cuestión. Miembros de la misma afirmaron a este diario que, en los contactos mantenidos hasta el momento con Educación y la Paeria, les han transmitido que no hay una decisión definitiva y que estudiarán todas las posibilidades.

Las familias de la escuela Alba repetirán la marcha lenta hoy y mañana, también a las 16.30. Padres y madres de la Espiga también las llevarán a cabo desde su colegio, a la misma hora. Asimismo, ambos grupos se unirán jueves a las 12 del mediodía en la plaza de la Paeria para protestar contra el cierre de estas líneas.

Por su parte, la Intersindical ve la bajada de la natalidad con la que se justifica las eliminaciones como “una oportunidad para bajar finamente las ratios y poder implementar el decreto de escuela inclusiva”, y exige a Educación que “frene inmediatamente todos los cierres de líneas en la pública”. Añade que “dar cobertura a los alumnos que llegan durante el curso hace que las previsiones de las preinscripciones de marzo acostumbren a quedarse cortas”.

«Hermanos irán a centros diferentes, es una debacle»

“Cada año hay aproximadamente una veintena de hermanos de otros alumnos que quieren entrar en la escuela, y ahora estamos en peligro de que algunos se queden fuera a partir del próximo curso. Que los hermanos tengan que ir a centros diferentes es una debacle. El cierre de líneas de I-3 en Lleida, especialmente en nuestro colegio (Alba) pero también en la escuela Espiga, nos afecta a todas las familias de la escuela porque somos una comunidad. No entendemos que se esté pretendiendo cerrar líneas de educación pública que funcionan y llenan todas las plazas”.