LLEIDA
Marcha lenta en coches de familias de la Espiga contra el cierre de líneas
Lo ven un ataque a la pública, igual que los del Alba, y hoy ambas protestas confluirán
Más de cincuenta familias de la escuela Espiga protestaron ayer contra el cierre de una línea de I-3 en este centro y en la escuela Alba, que el departamento de Educación plantea para el próximo curso, con una marcha lenta que recorrió la ciudad y provocó importantes retenciones. Arrancó poco después de las 16.30, la hora de recogida de los alumnos, y los participantes tocaron los cláxones y exhibieron carteles en contra del cierre de líneas en la escuela pública. Precisamente, las familias remarcaron que esta protesta “es para defender las dos escuelas y la pública en general, ya que el recorte de líneas nunca se plantea para las concertadas o privadas”, lamentó Edgar Nula, coordinador de la Asociación de Familias de Alumnos del centro, que añadió que confían en que con estas protestas Educación reconsidere su decisión. “Lo mínimo que exigiremos es hacer la preinscripción del próximo curso con la máxima normalidad”, indicó. Nula añadió que el cierre de líneas viene de la redefinición de zonas escolares del anterior gobierno municipal, “que situó a la Espiga en l’Horta, que no tiene natalidad, y este es el argumento más fuerte que tienen para decir que nos cierran la línea”. Las familias del Alba ya hicieron una marcha lenta el lunes, la repitieron ayer, hoy confluirán la suya y la de la Espiga y mañana los padres de ambas se concentrarán en la plaza Paeria.
«Sería más lógico cerrar líneas de la escuela concertada»