El barrio de los Mangraners de Lleida recupera uno de los belenes vivientes más antiguos de Cataluña
Unas 80 personas participan en un espectáculo teatral y musical que data de los años 60 y hace seis años que no se representaba
El barrio de los Mangraners de Lleida recupera esta Navidad su belén viviente, uno de los más antiguos de Cataluña. Impulsado por familias del barrio, empezó a representarse en 1963, pero dejó de hacerse hace seis años. La Associació Hangar Mangraners promueve esta actividad familiar y tradicional en que participan más de 80 figurantes y voluntarios. El belén viviente se puede visitar los días 25 y 26 de diciembre, de 18 a 20 horas. Uno de los rasgos característicos es que los figurantes no quedan inmóviles y ofrecen cuatro escenas musicales, como la del caganer. Además, el proyecto también destaca por la sostenibilidad y es que la escenografía que recrea el poblado de Belén está hecha con material reciclado como tetrabriks, latas o corcho.
Los 2.700 habitantes de los Mangraners y del conjunto de la ciudad de Lleida están de enhorabuena porque el barrio recupera este año su belén viviente. Un proyecto tradicional y familiar impulsado por la vecina Encarnita López en los años 60, y que a los inicios era estático y se hacía en varios callejones del barrio. Posteriormente, pasó por la parroquia, la plaza Juan XXIII y, desde hace unos años, se ubica en un terreno cedido por la Concejalía cerca del hangar y la torre de control del desaparecido campo de aviación de la República de 1937.
El belén viviente se había convertido en un referente de las comarcas de Ponent, pero dejó de hacerse el año 2018. "Lo dejamos para coger un poco de oxígeno. Es un proyecto de mucha magnitud, nos hacía falta coger aire. Hace seis meses decidimos sacarlo adelante", explica a la ACN la organizadora del belén viviente, Laura Àguila. Los últimos meses vecinos y voluntarios se han centrado en acondicionar de nuevo el espacio para la 54.ª edición y en reconstruir los edificios hechos de material reciclado, que en algunos casos se habían deteriorado.
"Una casa del poblado está hecha con 500 tetrabriks. Hace unos tres meses empezamos a recuperar y rehacer las casas, y tuvimos que hacer un llamamiento a los vecinos porque nos faltaba bastante material. La respuesta de los vecinos ha sido muy buena", señala Àguila. Mientras tanto, la agrupación de teatro Granados a Escena, de la Associació Hangar Mangraners, ha renovado las cuatro escenas musicales que ofrece el belén, bajo la dirección artística de Ramon Molins.
Un belén dinámico y musical
Uno de los más apreciados por el público es el musical del caganer, que se encontrará con algunos impedimentos para hacer sus necesidades, pero también hay uno de bienvenida, el del mercado y el de los soldados. En un recorrido de una media hora, los visitantes pueden descubrir un espacio que cobra vida y que muestra los movimientos de sus habitantes, como van a comprar, qué oficios hacen y cómo es la vida en el interior de las casas.
Entre otros, se muestran escenas con pastores, el mercado, la anunciación o el nacimiento, este último protagonizado por cuatro familias del barrio que este año han tenido hijos y que harán turnos para representar Josep, Maria y el niño Jesús. "Siempre he participado en los números musicales y cada año intentamos que sea un poco diferente. Es muy emocionante participar", explica el Apagador.
Algunas figurantes llevan toda una vida vinculadas al belén viviente de los Mangraners. Es el caso de Pili Sánchez, que se inició cuando tenía siete años y que ha hecho de ángel, de virgen o de pastora. "Aparte de la implicación vecinal, el valor añadido del proyecto es que todo está hecho por nosotros a partir de objetos reciclados. Cogemos el retorno con muchas ganas, aunque da mucho trabajo", asegura.
Ángel Moreno, hijo de la impulsora del belén viviente, reconoce que la larga tradición en el barrio es lo que los ha impulsado a recuperarlo después de seis años. "Nos hemos tenido que esforzar al máximo por recuperarlo, pero lo hemos hecho con mucha ilusión", señala. Otro participante, Manuel, destaca que "todo ha cambiado a mejor, se prepara más, y ahora está más alegre porque se canta y se baila".
Pase especial sin ruido
Les entradas se pueden adquirir de forma anticipada en la web entradium.com, o bien presencialmente los días de representación, a un precio de tres euros. Los asistentes van entrando en grupos de 15 personas en el recinto a medida que van llegando. Como novedad, el día de Sant Esteve a las seis de la tarde se ofrecerá una entrada sin ruido pensada para personas del espectro autista.