SUCESOS PRISIONES
Más de 110 funcionarios agredidos en la cárcel de Lleida en siete años
Medio centenar han resultado heridos de gravedad desde 2017, según los datos de Justicia. Solo en 2023 hubo 29 incidentes y hasta septiembre de este año, 26
Un total de 113 funcionarios del Centre Penitenciari Ponent han sido agredidos por reclusos en los últimos siete años. Así lo reconoce la conselleria de Justicia y Calidad Democrática en una reciente respuesta parlamentaria. De estos, medio centenar resultaron heridos de gravedad, por lo que, según detalla la conselleria, a causa de un incidente con agresión, requirieron asistencia médica y comportaron una baja temporal. Otros 63 figuran como heridos leves. En este último caso, Justicia apunta en su respuesta que estos profesionales han sufrido una agresión y han necesitado asistencia médica pero no han causado baja, ya que la mayoría consiste en contusiones debido a, enumera por ejemplo, un puñetazo, un tirón, un empujón, un lanzamiento de un mueble u objeto, un arañazo o un mordisco. Entretanto, medio centenar de funcionarios de Ponent figuran como agredidos en inicidentes pero no lesionados.
Según los datos de la conselleria, el número de incidentes no ha dejado de aumentar. En 2017 se registraron tres incidentes con agresiones, de los que uno fue grave y resultaron lesionados 6 funcionarios. En 2023 hubo, según Justicia, 29 incidentes con agresiones a funcionarios en la cárcel leridana, de los que una decena fueron graves. En estos, resultaron heridos 27 profesionales, de los que 14 de gravedad. La del año pasado fue incluso una cifra superior a la de 2022, cuando hubo 20 incidentes con 24 funcionarios heridos, 12 de ellos graves. Asimismo, hace poco tiempo la conselleria respondió otra pregunta parlamentaria en la que detallaba que entre los meses de enero y septiembre de 2024 se habían registrado 26 agresiones.
A principios de diciembre, un interno agredió sexualmente a una funcionaria de Ponent a la que abordó por la espalda, sujetándola con fuerza y haciéndole tocamientos. Los sindicatos llevan años reclamando más medidas de seguridad, exigencias que se incrementaron el pasado 13 de marzo tras el asesinato de una trabajadora en Mas d’Enric. El conseller, Ramon Espadaler, dijo en una entrevista que las agresiones son “un tema complejo y que no tiene una solución fácil” y trabajan para crear un “clima positivo” en las prisiones.
La Síndica, contraria a vetar que asesinos trabajen con cuchillos
La Síndica de Greuges instó la semana pasada a la Generalitat a rectificar su política penitenciaria y pidió al departamento de Justicia que reconsidere las restricciones aplicadas a algunos internos para poder trabajar en las cárceles. El origen es el asesinato de una cocinera en la cárcel de Mas d’Enric en marzo por parte de un interno. A raíz de este suceso, tras el cambio de Govern, la conselleria aprobó una circular que impide que los presos condenados por delitos que hayan terminado con muertes o lesiones graves puedan trabajar conc cuchillos en las cocinas de las cárceles. Lo hizo después de que SEGRE destapara que el Centre Penitenciari Ponent destinaba de nuevo a la cocina a un recluso condenado por asesinato. Ahora, la síndica, Esther Giménez-Salinas, considera que esta premisa representauna exclusión generalizaday no sigue los principios dereinserción.