Fiscalia mantiene la petición de 9 años de prisión para el acusado de agredir sexualmente la expareja en Tàrrega
La chica se retira como acusación particular antes de empezar el juicio y dice que no recuerda los hechos
La Fiscalía ha mantenido este jueves la petición de 9 años de prisión para el acusado de agredir sexualmente a la expareja en septiembre del 2022 en el domicilio de Tàrrega donde convivían. Antes de empezar el juicio en la Audiencia de Lleida, la chica se ha retirado como acusación particular y ha dicho que no recuerda los hechos que denunció a los Mossos en enero del 2023. Durante su declaración, ha confirmado que antes ya había denunciado al hombre un par a veces y que se desdijo porque lo había perdonado. Psicólogos del Equipo de Asesoramiento Técnico en el Ámbito de Familia (EATAF) han testificado que ella era vulnerable y han dado credibilidad a su relato. Por su parte, el acusado ha negado la agresión sexual y su abogado ha pedido la absolución.
La chica, que en el momento de los hechos tenía 23 años, ha declarado que recuerda los hechos "muy borrosos porque han pasado dos años". Respondiendo a las preguntas del fiscal, ha explicado que la relación "no iba bien" y que entonces convivían, pero se habían dado "un descanso". También ha apuntado que en alguna ocasión él la habría forzado a mantener relaciones sexuales "cuando bebía", pero ha dicho que no recuerda si eso es lo que pasó el día de los hechos, tal como había manifestado delante de la policía.
"Supongo que en este tiempo lo he ido queriendo olvidar. Tenía un niño de dos años y tenía que salir adelante", ha añadido. La chica ha confirmado que, casi tres meses después, lo denunció a los Mossos después de haber discutido con él y que su familia le hubiera dado "un ultimátum" para que lo hiciera. Respondiendo al fiscal, ha asegurado que no lo está "perdonando" otra vez y que está en tratamiento por ansiedad y depresión.
El acusado niega las relaciones sin consentimiento
Por su parte, el acusado ha admitido que lo condenaron anteriormente por romper una orden de alejamiento respecto de la chica, pero ha negado que mantuviera relaciones sexuales no consentidas. Ha confirmado que discutían bastante y ha opinado que seguramente lo denunció por un dinero que ella le reclamaba, por "rabia" o porque "no se sentiría bien con la relación".
La madre de la chica ha declarado que los dos jóvenes tenían una relación "tóxica" y que él la había agredido con anterioridad. Sobre los hechos, la mujer ha afirmado que la hija le explicó que un día que era a casa con el hijo él acudió y la forzó a mantener relaciones sexuales. "Me dijo que en aquel momento se dejó porque no vio como deshacerse de él", ha añadido. Según la madre, a raíz de aquella agresión la chica se quedó embarazada y ella misma la acompañó para que abortara.
Los dos psicólogos del EATAF que han declarado como peritos han afirmado que la chica era vulnerable, que había tenido una vida muy complicada y que tiene un trastorno límite de la personalidad que se caracteriza por el "miedo a la pérdida" y a "hacerlo todo por el bien del niño". Los psicólogos han considerado creíble el relato de la chica y han insistido en que tiene preservadas sus capacidades.
El fiscal ve acreditado el delito
La Fiscalía ha mantenido la petición de 9 años de prisión por agresión sexual, además de 3 años de libertad vigilada y el pago de 20.000 euros de indemnización por los daños morales. Según el fiscal, aunque la chica no haya relatado los hechos durante el juicio, hay bastantes elementos para condenar al acusado. "No podemos dejar a disposición de las víctimas que haya una sentencia condenatoria por estos hechos", ha defendido al fiscal ante la retirada de la acusación particular.
Por su parte, el abogado de la defensa ha reclamado la libre absolución del acusado por falta de pruebas. El letrado ha insistido en que la declaración de la víctima es "la única prueba de cargo", ha afirmado que no ha habido una "persistencia en la incriminación" y que la chica ha caído en varias contradicciones. Una de ellas, ha dicho, es que nunca ha concretado la fecha exacta en que se habría producido la agresión.
La defensa también ha apuntado que, después de la presunta agresión, mantuvieron varias relaciones sexuales consentidas y conversas de carácter sexual. Según el abogado, la denuncia estaba motivada por cuestiones económicas, dado que ella reclamó al chico 500 euros y le dio unos días de margen para que "cambiara de actitud". El caso ha quedado visto para sentencia.