TRIBUNALES FRAUDE
La estafa piramidal con 31 leridanos afectados ascendería a 20 millones
Denunciantes calculan esta cifra y que hay más de un centenar de víctimas en el Estado. “Actúan sin ningún tipo de escrúpulos”, asegura un inversor de Ponent
La macroestafa piramidal que ha supuesto que 31 leridanos hayan perdido tres millones de euros en operaciones inversoras que han resultado ser ficticias, investigados por el juzgado de Instrucción número 1 de Lleida, ascendería a más de 20 millones de euros a nivel del Estado. Así lo aseguraron el martes por la noche en el programa Código 10 de Cuatro varios afectados, uno de los cuales de Lleida. Cabe recordar que en el caso de Ponent el juzgado tiene actualmente acumuladas tres querellas con un total de 31 denunciantes contra O.A.R.M., J.G.G. y A.M.D. por los delitos de estafa agravada e insolvencia punible, como avanzó SEGRE el pasado octubre.
Las víctimas calculan que hay más de 100 personas estafadas, entre ellas familiares de los principales investigados. “Esto demuestra que actúan sin ningún tipo de escrúpulos”, aseguró ayer a este periódico la víctima leridana a la que han estafado unos 600.000 euros. De hecho, en abril del año pasado nació una plataforma en la red para aglutinar las denuncias para una querella colectiva. En su dominio web afirman que el líder de la trama es O.A.R.M. y hay otras 11 personas, entre ellos J.G.G. y A.M.D. que, según ellos, son “los cómplices y testaferros”.
En cuanto a la supuesta estafa piramidal en Lleida, hay tres querellas de 31 afectados. Se trata de personas de entre 55 y 86 años, entre los que hay profesionales liberales, funcionarios de varios sectores y pensionistas que han perdido todos sus ahorros. Varios de ellos relataron a este periódico que el modus operandi de los presuntos estafadores era siempre el mismo. Se presentaban como expertos financieros y se ganaban la confianza de sus víctimas. A continuación, les ofrecían inversiones supuestamente carentes de riesgo, con altas rentabilidades y supervisadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), cuando en realidad todo era un engaño. Una vez captados los primeros inversores, los estafadores utilizaban a sus víctimas para atraer a nuevos “inversores” entre sus familiares y conocidos, ampliando así el círculo de afectados. Les aseguraban que siempre podrían recuperar el capital invertido, pero la verdadera intención era apropiarse de todas las cantidades recibidas, que eran desviadas a destinos desconocidos. Los afectados en Ponent lamentan la lentitud de la justicia y que el dinero defraudado puede superar con creces los 20 millones.