El ICS ve deficiencias en el bloque obstétrico del hospital Arnau de Lleida: el área de dilataciones “no cumple ninguno de los criterios” para garantizar intimidad

El Institut Català de la Salut (ICS) reconoce que el bloque obstétrico del hospital Arnau de Vilanova presenta “deficiencias estructurales” y la sala de dilataciones “no cumple ninguno de los criterios” para garantizar la intimidad de las parturientas, ya que está hacinada con 8 camas que solo están separadas por mamparas y cortinas. Lo afirmó ayer el gerente territorial, Alfons Segarra, en la comisión de Salud que se celebró en el Parlament para tratar –entre otras cuestiones– la situación que se vive en esta área, construida hace casi 40 años.

En su comparecencia, Segarra explicó que ya había una reforma planificada para empezarla en 2029 (al acabar las obras del bloque quirúrgico) y estar lista en 2031, pero “se han analizado los déficits que presenta y se propone una solución de reforma a corto plazo”, indicó. Como ya informó este diario, se proyectan 8 nuevas salas de dilatación individuales, aisladas acústicamente y con baño. “Esperamos licitar las obras en febrero para que estén listas a finales de este año”, explicó el director gerente del ICS, Josep Manuel Pomar, que indicó que costarán 800.000 euros (más 200.000 por el equipamiento).

Las obras se llevarán a cabo manteniendo la actividad en el servicio, ya que “no se puede trasladar a ningún otro centro de la región ni hay sitio en el Arnau”, aseguró Segarra. Añadió que de momento es inviable evitar desplazamientos de las parturientas durante el parto, pero se reducirán y no llegarán a los cuatro o cinco actuales, algo “que no puede continuar”.

Por su parte, Pomar afirmó que “la estructura e instalaciones del Arnau son antiguas, y sus espacios insuficientes”. Explicó que los espacios se han distribuido históricamente “sin un criterio de orden centrado en los procesos asistenciales, lo que motiva la fragmentación de los servicios, duplicidades y desconexión entre los diferentes elementos”. Sin embargo, valoró que “la seguridad y la calidad asistencial están siempre garantizadas”. Al respecto, Segarra dijo que “los indicadores de calidad objetivos son excelentes en cuanto a las intervenciones médicas” y detalló que, con un 20% de partos por cesárea, el Arnau es uno de los hospitales catalanes con el índice más bajo.

“Los sanitarios son excelentes, fallan las instalaciones”

“Los profesionales son excelentes, lo que fallan son las instalaciones y faltan matronas”, afirmó Leyre Estallo, vocal matrona del colegio de enfermeras de Lleida (COILL), ayer en el Parlament. La enfermera Laia Sió, de la asociación Llavors de Vincle, pidió que “se separe la sala obstétrica del área patológica, porque dar a luz no es una enfermedad”. Asimismo, explicó que “las mujeres con recursos” evitan dar a luz en el Arnau y buscan alternativas, como han explicado varias madres a este diario.La enfermera Montse Robles, de la Associació Chisana, habló, sobre “el lado más duro de la maternidad, el duelo perinatal”. Cuestionó la aplicación de los protocolos en el Arnau, así como la “falta de formación de los profesionales al respecto o la negativa a recibir apoyo externo para proveer esta atención psicológica especializada”. También denunció el hecho de que estas mujeres tengan que compartir un espacio sin intimidad con otras mares y bebés vivos.Por su parte, matronas del Arnau valoran la reforma planteada como un “parche” y consideran que “lo ideal sería contar con una ‘casa de partos’ como en Can Ruti, fuera del área obstétrica pero cerca o adjunta al hospital”.

‘Solo’ 41 quejas en los últimos 5 años, con 13.000 partos

En los últimos cinco años, el bloque obstétrico del Arnau ha recibido 41 quejas y reclamaciones formales, de las cuales solo 8 fueron por “insatisfacción con la estructura” del centro. El año pasado hubo 6, y en 2023 solo hubo una. Segarra afirmó que “no nos podemos guiar por estos datos para hacer lo que tenemos que hacer, pero sorprende mucho que recibamos tan pocas quejas.”