LLEIDA
Griñó dice que sus importaciones de residuos de Italia son legales
Recuerda que no se detectó ninguna infracción en 55 controles que hizo la Agència de Residus de Catalunya. Niega “categóricamente” las acusaciones vertidas
El grupo Griñó, la empresa leridana investigada por la Guardia Civil por el presunto vertido ilegal de basura procedente de Italia en Catalunya y en Cuenca, defendió ayer la legalidad de esta actividad y negó “de forma categórica las acusaciones sobre sus empleados y las sociedades del grupo”. En un comunicado hecho público ayer, la empresa señala que el traslado de residuos transfronterizos es “perfectamente legal” y no alcanza el 2,5% de su actividad de negocio. Recordó que la Agència de Residus de Catalunya (ARC) ha hecho en los últimos cuatro años un total de 55 inspecciones en las plantas de tratamiento de residuos de Riba-roja d’Ebre (46) y Constantí (9), en Tarragona, y “en ninguna de estas inspecciones se han detectado residuos no autorizados y la documentación presentada cumplía la normativa vigente”, como informó el organismo el pasado 16 de enero (ver SEGRE del día 17).
En el comunicado afirman que “las empresas del Grupo Griñó cuentan con las autorizaciones y permisos de las Administraciones Públicas para la gestión de residuos, y con las autorizaciones de traslado de residuos de otros países europeos. Además, están sometidas a inspecciones y controles periódicos”. Asimismo, en relación a los residuos importados desde Italia, “en ningún caso se trata de materiales o residuos tóxicos, ni peligrosos para la salud o el medio ambiente”. También asegura que “algunas de las valoraciones procedentes del atestado policial no tienen más valor que el de una denuncia (sin prueba alguna)” y que “demostrará que su actividad empresarial se ha ajustado en todo momento a la legislación nacional e internacional, y que las acusaciones, que dañan gravemente la reputación, carecen de sustento”. De la actividad de la firma, nacida en 1933, dependen de forma directa más de 1.100 familias y 500 más de forma indirecta.
La ‘Operación Rifiuti’ –basura en italiano– de la Guardia Civil supuso el arresto de seis personas y la imputación de otras nueve por su presunta participación en una trama dedicada al contrabando de residuos desde Italia que supuestamente operaba en torno a Griñó Ecològic y que ha salpicado a un total de siete sociedades, varias de ellas filiales de la primera. Los seis arrestados, entre ellos J.G. y A.M., dos de los máximos responsables de Griñó, quedaron libres con cargos. La causa está abierta por supuestos delitos de falsedad documental y contra el medio ambiente. Según la Guardia Civil, habrían cobrado 19 millones de euros por 160.000 toneladas de residuos ilegales. Griñó niega “categóricamente” todas las acusaciones.