LLEIDA
Acusado de obligar a su cuñada, de tan solo 6 años, a hacerle sexo oral
La escuela alertó del caso, el sospechoso lo niega y Fiscalía pide 15 años de cárcel
La Audiencia juzgó ayer a un vecino de Lleida de 60 años acusado de obligar a hacerle sexo oral a su cuñada, de tan solo seis años, en unos supuestos hechos que se alargaron durante cuatro años, hasta que la víctima tenía diez años. El procesado lo negó y afirmó “yo era el malo de la película y era el que ponía orden en casa”. La Fiscalía y la Generalitat –que ejerce la acusación particular porque tiene la tutela de la menor– solicitaron que sea condenado a 15 años de prisión y a otros diez de libertad vigilada como autor de un delito continuado de agresión sexual a menor de edad con la agravante de prevalimiento (superioridad), mientras que la defensa solicitó la absolución por falta de indicios y pruebas.
Fue la escuela a la que iba la menor la que alertó de los presuntos abusos. Fue en junio de 2022 después de una tutoría con la madre. La maestra explicó que “de pasada, la madre me dijo que su hija mentía y que incluso decía que su cuñado (la pareja de su hija mayor) le hacía cosas. Entonces hablé con la niña y me acabó explicando lo que le había ocurrido”. Tras la denuncia, la Generalitat asumió su tutela. Sin embargo, tanto la madre de la niña como su hermana y pareja del acusado declararon que la menor miente. “Es una mentirosilla compulsiva”, dijo la madre.
El tribunal pudo visionar la declaración que la niña hizo antes los psicólogos de Justicia –prueba preconstituida–, donde relataba cómo el acusado le obligaba a que le masturbara y le practicara sexo oral. En este sentido, los peritos –que la evaluaron cuando la menor tenía 11 años– determinaron que “el relato tiene todos los marcadores que hacen muy probable que haya sufrido los abusos, que sea veraz y compatible con la situación vivida”. Hicieron hincapié en que se trata de una familia desestructurada y que la menor presenta “aceptación de la situación”, “desprotección por parte de la madre” y secuelas como “disociación” y una “conducta sexualizada”. En su informe, la fiscal aseguró que existen numerosos elementos que acreditan las agresiones sexuales con el prevalimiento y recordó que entre acusado y víctima se llevan casi 50 años. En cambio, el abogado defensor, Marc Torres, afirmó que no hay indicios suficientes y muchas dudas por lo que debe prevalecer el principio de in dubio pro reo −en caso de duda se falla a favor del acusado−.