ESNOTICIA
Lleida ciudad tiene casi un centenar de pequeños 'super' que abren los festivos
Su aumento también es continuo en comarcas y ha ido a más tras la pandemia
Clientes comprando en un supermercado de bonÀrea en Cervera. - MARC PERELLÓ SALVIA
Clientes comprando en un supermercado de bonÀrea en Cervera. - MARC PERELLÓ SALVIA
Clientes comprando en un supermercado de bonÀrea en Cervera. - MARC PERELLÓ SALVIA
Clientes comprando en un supermercado de bonÀrea en Cervera. - MARC PERELLÓ SALVIA
Clientes comprando en un supermercado de bonÀrea en Cervera. - MARC PERELLÓ SALVIA
Clientes comprando en un supermercado de bonÀrea en Cervera. - MARC PERELLÓ SALVIA
Clientes comprando en un supermercado de bonÀrea en Cervera. - MARC PERELLÓ SALVIA
Los supermercados de menos de 300 metros cuadrados que abren todos o casi todos los domingos y festivos no paran de aumentar en toda Lleida. En la capital ya suman casi un centenar y en comarcas se cuentan por decenas. Un nuevo modelo de negocio que ha sustituido a los colmados de barrio, y parte de ellos están regentados por inmigrantes.
Por su parte, desde Marta Carulla Inmobles señalan que estos locales “tienen mucha rotación” y que los supermercados de este tipo que son de grandes cadenas “suelen utilizar personal propio, mientras que el resto cogen a autónomos o emprendedores, sean nacionales o migrantes”. En este sentido, coincide con Esteve que en muchos casos estos comercios “están regentados por una sola persona o una familia, porque en líneas generales este negocio comporta trabajar muchas horas y te da poco beneficio, por lo que si se tienen socios es más difícil ser solvente”. Asimismo, apunta que en ciudades como Barcelona han aprobado planes de usos para limitar la apertura de estos establecimientos en zonas concretas de la capital, una medida que vería con buenos ojos implementar en Lleida “para preservar el comercio del Eix, por ejemplo, ya que cuando abre un local de este tipo suele tener un efecto llamada” y atrae a más que ofrecen lo mismo. A su vez, Carulla señala que algunos de estos establecimientos obtienen su productos en el mercado paralelo, “que es donde están los excedentes de las grandes marcas y que se venden más barato porque o suelen tener algún fallo en el empaquetado o son de peor calidad”.
El auge de estos establecimientos pequeños en pueblos y barrios contrasta con la tendencia de las grandes cadenas de supermercado, que cada vez optan más por habilitar grandes superficies con aparcamiento en las afueras de las poblaciones.
Barcelona ha limitado en zonas como Ciutat Vella, Gràcia o la Rambla la apertura de estas tiendas En estos supermercados, algunas empresas estipulan precios fijos, y otras, solo recomendados La empresa leridana tiene 50 supermercados que abren por la mañana los domingos y festivos
Fuentes del sector de distribución alimentaria organizada señalan que algunos de estos pequeños establecimientos “tienen desde productos de alimentación hasta cosas de telefonía o incluso productos turísticos”. Las mismas fuentes también opinan que algunos establecimientos independientes no tienen los controles de calidad que sí pasan las franquicias y cadenas, lo que no gusta al mucho del sector, porque “es un modelo de negocio que nos mete a todos en el mismo saco cuando no es así, hay grandes diferencias”.
El número de pequeños supermercados que abren los domingos y festivos no ha parado de aumentar en los últimos años y en toda Lleida ya superan de largo el centenar. Se trata de un modelo de negocio que no es nuevo, pero su número se ha disparado tras la pandemia de la Covid y ya han sustituido de facto al colmado de barrio de toda la vida.
Hay tres tipos distintos de estos establecimientos: de grandes cadenas como bonÀrea, cuyas tiendas llevan varios años abriendo las mañanas de casi todos los festivos; los de franquicias (como Carrefour Express, Charter, Suma o Caprabo Rapid); y los independientes, los más numerosos y más pequeños. Inicialmente, la ley catalana de comercio permitía abrir en domingos y festivos a estos establecimientos siempre y cuando no fueran de una cadena, no superaran los 300 metros cuadrados de superficie y tuvieran una oferta “orientada esencialmente a productos de compra cotidiana o de alimentación”. El abanico se amplió en 2017, cuando la ley de comercio, servicios y ferias permitió abrir a los de grandes cadenas.
Según informó el ayuntamiento de Lleida, en la capital hay actualmente registrados 36 supermercados de autoservicio con una superficie media de 200 m² y 59 comercios de víveres más pequeños. En parte de ellos se puede comprar desde pan y comida hasta detergente, pilas o incluso cargadores de teléfono desde primera hora de la mañana hasta la medianoche.
Su auge está sirviendo para solucionar otro de los retos que tiene la ciudad: dar uso a locales comerciales pequeños que están vacíos. “Llevamos unos años con muchas aperturas de este tipo de negocios y nos va muy bien para dar salida a locales pequeños que llevaban años sin actividad”, dice el presidente de los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Lleida, Josep Maria Esteve, que señala que el alquiler de estos locales oscila entre los 800 y los 1.200 euros al mes. “Es un formato óptimo para que regente el negocio una familia, ya que en general son tiendas con pocos beneficios”, indica Esteve, que añade que la mayoría de los “super” independientes los dirigen inmigrantes.
En el barrio de Cappont, se encuentra el Sultan Carnicería y Supermercado, un establecimiento que abrió en 2022. “Nuestro horario es de 10.00 a 00.00, de lunes a domingo y festivos. Debo reconocer que viene a comprar más gente el sábado y el domingo”, expone uno de sus empleados. Un trabajador de otro establecimiento, el supermercado Suma de la plaza Europa, señala también que “los días festivos es cuando hay más gente comprando”. “Los productos más vendidos a diario son agua, sal y azúcar”, añade. “Durante la semana siempre viene alguien durante la mañana y también por la tarde”, detalla. Estos son ejemplos de dos tipos de pequeños autoservicios que abren los días festivos: tiendas de alimentación no vinculadas a ninguna cadena, que son las que abren más horas, y franquicias. Muchos de estos negocios están dirigidos por inmigrantes y tienen empleados que también lo son.
El grueso de los clientes del fin de semana “vienen al mediodía, y mayoritariamente a partir de las siete de la tarde para hacer las últimas compras de productos de primera necesidad o adquirir bebidas, que es de lo más demandado por parte de los jóvenes”, asegura uno de los empleados del supermercado Charter de la calle Humbert Torres. “Los fines de semana es cuando hay más clientes, porque la gente no trabaja durante esos días” destaca. Por su parte, la propietaria de un colmado en el que se venden productos procedentes de Latinoamérica afirma que en este sector “es fácil encontrar trabajadores, sobre todo sudamericanos. La dinámica de trabajo en esta tienda es distinta a otros supermercados o restaurantes regentados por españoles”. “El trato entre empleados y también con el cliente es diferente”, indica.
En referencia a los precios estipulados para los productos en estos supermercados, en los que son franquiciados, la empresa correspondiente los fija o da una recomendación. En ese sentido, el empleado de un Suma explica que en su caso el procedimiento es sencillo: “La empresa da un precio recomendado para cada producto y lo regula. Así que el precio de venta es el que recomienda”.
«Las bebidas, de lo más vendido en los festivos»
La encargada del supermercado Charter de la calle Príncep de Viana, 78 de Lleida, (que abrió sus puertas en junio de 2023) reconoce que su establecimiento tiene más clientes los fines de semana y los festivos, ya que esos días hay menos opciones para hacer compras esenciales o de bebidas, que, según indica “son el producto más vendido”. Este supermercado abre de lunes a domingo, de las 8.00 a las 22.30 horas. “A partir de las 19.00 suele venir más gente, porque es cuando la mayoría de personas salen de trabajar”, explica. Sobre si tienen dificultades para encontrar empleados, afirma que “cada vez hay más jóvenes con la necesidad de trabajar y que nos ayudan, sobre todo en festivo. Siempre hay gente que quiere trabajar”.Ventura también expone las condiciones que debe cumplir el supermercado: “Consum, que es la empresa gestora, dice que como máximo puede haber un 3% de productos de otros proveedores. La condición clave es la fidelización con los productos que se venden en la gran mayoría, y al mismo coste que lo puedes encontrar en cualquier otro Consum. Son precios fijos para toda la compañía”, concluyó.
“ Nos permite dar un servicio accesible y adaptado a los clientes”
Las tiendas bonÀrea ya llevan más de un lustro abriendo las mañanas de los domingos y festivos. Un portavoz de bonArea explicó que en la demarcación de Lleida hay un total de 50 y que su horario de apertura en esos días es de 9.00 a 14.00 horas de forma general, aunque puede haber pequeñas variaciones en algunas de ellas. Los únicos días que permanecen cerradas son festivos muy concretos, como por ejemplo el día de Navidad y el 1 de enero, informa Carmina Marsiñach.Sobre la cuestión de si resulta complicado encontrar a personas que estén dispuestas a trabajar de forma habitual en festivos, señaló que sus establecimientos disponen “de diversas opciones adaptadas a las necesidades individuales, con el objetivo de encontrar un equilibrio entre la vida profesional y la personal”. Y por lo que respecta al volumen de ventas, manifestó que no hay una variación significativa con respecto a los días laborables, destacando que la apertura en festivos les sirve para adaptarse a las necesidades de todos los potenciales clientes. “Las ventas se mantienen de manera constante durante toda la semana”, indicó, y añadió que “el hecho de abrir más allá del lunes al sábado nos permite ofrecer un servicio accesible y adaptado a aquellos clientes que, por su organización o disponibilidad, prefieren hacer sus compras durante los domingos o días festivos”.La red de supermercados de bonÀrea está en constante expansión en Lleida, Catalunya y el resto del estado, y este año no será una excepción. Su portavoz apunta que “Lleida es un territorio prioritario y trabajamos constantemente para mejorar y ampliar nuestro servicio”. En esta línea, avanza que “durante el año iremos anunciando nuevas aperturas según se vayan confirmando, con el objetivo de seguir ofreciendo una atención próxima a nuestros clientes”.
«Los domingos, los que vienen a comprar están más relajados y llenan más el carro»
Karen D. es la encargada de uno de los dos supermercados Charter (franquicia de Consum) que hay en el Alt Urgell. Ubicado en La Seu, el establecimiento abre los domingos y festivos en horario de mañana, de las 9 a las 14 horas, informa Cynthia Sans. Asegura que “damos el servicio los días festivos porque el cliente nos lo pide”. “Hay clientes que habitualmente entre semana llegan a casa a las 21.00 horas y les resulta imposible hacer la compra, por lo que nos agradecen mucho poder dedicar el domingo a llenar la despensa”, explica. Indica que abrir el establecimiento “representa un coste elevado, porque tenemos que pagar luz, calefacción, a los trabajadores y elaborar el pan, pero lo hacemos porque el cliente lo necesita”, insiste. Además, subraya que en los días festivos “fijándonos bien, los clientes que vienen lo hacen relajados, con tiempo, miran mejor la oferta que tenemos y acaban llenando más el carro que durante el resto de la semana”. Karen señala que esto provoca que “la compra media del domingo o del festivo sea más elevada que la de un día laborable”. También detalla que el perfil del cliente “no es el que puntualmente se ha olvidado de comprar el paquete de arroz para hacer la comida y viene, lo coge y se va, sino que acude a hacer la compra de la semana y llena el carro de manera relajada”, dice. En cuanto a los empleados, dice que a los que están de acuerdo en trabajar los festivos, la empresa les compensa con días de fiesta o “les pagamos 1,7 veces más que una jornada normal”. “En lugar de 30 días de vacaciones al año tienen 40 y nunca trabajan todos los festivos, habitualmente son la mitad”, apunta la responsable del supermercado. Otra de las estrategias que impulsa esta franquicia para tener el personal suficiente para los festivos y los fines de semana es la contratación de jóvenes estudiantes. “Los fines de semana tenemos contratados entre tres y cuatro estudiantes que nos ayudan a cuadrar la plantilla”, manifiesta. El segundo Charter del Alt Urgell se encuentra en Montferrer y también abre los festivos y los domingos en horario ininterrumpido de las 9.00 a las 21.00 horas. La capital del Alt Urgell dispone de otra supermercado, en este caso un bonÀrea, que abre los domingos y festivos por la mañana, y otros tres establecimientos regentados por paquistaníes, que también permanecen abiertos los festivos.
«El domingo tenemos el doble de clientes»
El Palau d’Anglesola tiene desde el verano un CoAliment, ubicado en la céntrica calle Sant Josep, en el local de la histórica tienda de Cal Colau, informa Joan Gómez. Lo regenta Waqas Ali, que vive en el municipio, y abre los fines de semana y los días festivos. “Los domingos recibimos el doble de clientes, que pueden superar perfectamente el centenar” destaca Ali. La mayoría hacen pequeñas compras, entre ellas productos como pan o bollería. Ese día acuden vecinos de municipios próximos, como El Poal o Bellvís. Abren todos los festivos y explica que en días como el de Navidad también reciben clientes, aunque la mayoría solo adquiere algún producto específico. Ali anima a los vecinos a comprar más en los pueblos. “No solo hay que quejarse cuando cierra un negocio, para mantenerlos abiertos deben ser rentables”, afirma. En el Pla d’Urgell, los domingos hay varios establecimientos activos, entre ellos las dos tiendas de bonÀrea en Mollerussa y las de Bellvís, Bell-lloc i Linyola, que solo abren por la mañana. En la capital hay una decena de pequeños supermercados abiertos todo el día, y el Biosca ofrece comida para llevar. El Super en Linyola o el Super Anna en Golmés también abren.