Declara que un hombre le clavó un cuchillo en un pub de Tàrrega después de negarse a darle dinero

El hombre herido el 22 de enero del 2023 en un pub de Tàrrega ha declarado este miércoles en la Audiencia de Lleida que el acusado le pidió que le diera "todo lo que tuviera en los bolsillos" y que, al negarse, el individuo le clavó un cuchillo en la barriga y huyó. La víctima ha relatado que la agresión pasó en los lavabos, donde no había cámaras, y fue muy rápida. Después, ha explicado que salió malherido a la calle, dónde volvió a ver al agresor y lo identificó delante el vigilante que controlaba el acceso al local. Durante el juicio, tanto este trabajador como la víctima han señalado al acusado como el autor de los hechos. El juicio, sin embargo, se ha suspendido hasta el 25 de febrero para que declare un segundo vigilante que no se ha localizado.

Aquel día también está previsto que declare el procesado, dado que la defensa ha solicitado que fuera el último a hacerlo. La Fiscalía y la acusación particular le piden 13 años y cuatro meses de prisión por los delitos de tentativa de homicidio y robo con intimidación.

Durante la vista, la víctima ha explicado que le tuvieron que trasplantar el hígado a raíz de la agresión, que todavía recibe tratamiento y que periódicamente tiene que ingresar en el hospital. Además, ha afirmado que no ha podido volver a trabajar.

La víctima explicó que el día de los hechos acudió al pub Mykonos para "tomar algunos cubatas" y que, antes de irse a casa, acudió al lavabo del establecimiento. Según ha declarado, el acusado se encontraba allí hablando con más gente, de repente cerró la puerta con el pie, se quedó frente a frente con él y le dijo que le diera "todo lo que tuviera en los bolsillos". "Le dije que no tenía nada, sacó el cuchillo, me lo clavó y él y el resto de personas se fueron", detalló.

Al salir al exterior, alrededor de las cinco y media de la madrugada, la víctima explicó que vio al agresor fuera, que le señaló con el dedo y que le dijo al vigilante que controlaba el acceso que era él quien le había "pinchado con un cuchillo". A continuación, afirmó que el agresor se puso una capucha y se marchó.

Este vigilante de seguridad declaró que vio que el agresor llevaba en la mano un cuchillo "negro, con una sierra y manchado de sangre", pero que no supo reaccionar y el individuo huyó. El vigilante ha afirmado que hacía tiempo que conocía a la víctima, porque había coincidido con otros locales donde trabajaba, y ha confirmado que le llamó cuando aún estaba ingresado en el hospital para interesarse por su estado de salud. Sin embargo, ha negado que fueran amigos.

La defensa, sin embargo, ha argumentado que la víctima y este vigilante "tenían una relación de amistad entre ellos", y ha insistido en que en el local había más personas dominicanas y con un peinado afro, como el acusado. Por ello, descartó renunciar a la declaración del segundo vigilante de seguridad que había en el local y que no compareció. Según la abogada, ese hombre podría aportar una versión "neutral" de los hechos.

Durante la vista, una camarera ha corroborado que el procesado fue esa noche en el pub y que le conocía porque frecuentaba "de vez en cuando" el local. La mujer ha declarado que, a partir de la descripción que le dio el vigilante de seguridad, buscó su perfil de Instagram y lo facilitó a los agentes policiales.

También declaró como testigo un amigo del acusado. El hombre explicó que estuvieron juntos toda la noche en la discoteca, hasta que el procesado se despidió de él porque le dijo que "lo venían a buscar para ir hacia Salou". Este testigo aseguró que no le vio entrar en los lavabos y que no fue consciente de que alguien había resultado herido en la discoteca hasta que vio a la víctima tumbada en un banco en la calle.

Los mossos que tomaron declaración a la víctima en el hospital han declarado que le devolvieron la cartera y que él echó de menos 150 euros. También explicaron que le mostraron fotografías de ocho posibles sospechosos y que identificó al individuo que tenían detenido como la persona que le había apuñalado. A instancias de la Fiscalía, el agredido volvió a reconocer al acusado en la sala de vistas, pero lo hizo a través de una mampara con cristal porque no quería verse cara a cara con él.

Por su parte, dos médicos forenses explicaron que la herida por arma blanca en la pared abdominal provocó a la víctima una fuerte hemorragia que, de no haberse atendido rápidamente, le habría producido la muerte. El juicio está previsto que continúe el 25 de febrero en la Audiencia de Lleida.