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El cultivo industrial de marihuana utiliza tecnología agronómica punta

Hasta cinco cosechas en un año

Esta plantación incluye elementos como el inyector de CO 2, la iluminación con luces led, el riego localizado y los ventiladores para refrigerar.CNP

Lleida, Lleida

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Los grupos que se dedican al cultivo industrial de la marihuana para venderla como sustancia estupefaciente aplican en sus invernaderos o plantaciones indoor tecnología agronómica punta cuyo uso ni siquiera es habitual, por su alto coste, a las explotaciones agrícolas. “llegan a conseguir cuatro y cinco cosechas en un año”, explica una fuente policial, cuándo el ciclo de la planta en condiciones naturales tiene una duración de entre siete y ocho meses, a partir de marzo y abril.

Les plantas nacidas de entonces genéticamente mejoradas tardan “de cuatro a ocho meses desde que se siembra hasta que se coge, según la variedad,” explican fuentes de Cannabis Light Spain, uno de los principales comercializadores de CBD (el componente terapéutico del vegetal) en el Estado. ¿Y cómo se consiguen estos rendimientos? Invirtiendo, una cosa que se hace en clave empresarial, ya que el objetivo es obtener el beneficio mayor posible. El último año, los Mossos han localizado en Castellserà una plantación con “una especie de alto rendimiento, poca altura y gran producción de ovillos” que resultó ser una variedad transgénica, modificada genéticamente.

Aparte de la semilla y el abono de la tierra, ya sea manual o hidropónico (disuelto en el agua), tres factores ambientales resultan clave en el cultivo: la temperatura, para la modulación de la cual es habitual el uso de aparatos de aire acondicionado (o ventiladores en los invernaderos menos acaudalados); la iluminación, fundamental para simular el ciclo solar al tratarse de plantaciones en lugares cerrados y para el cual cada vez es más frecuente el uso de luces led, sistemas cuya complejidad sorprendió a los Mossos en Juncosa y la Floresta, y el riego, normalmente regulado por microaspersores.

El uso de compresores para renovar el aire, el de placas fotovoltaicas para alimentar las instalaciones y el de comandos remotos y artefactos de domótica por parte de las bandas, estos últimos para hacer ir las instalaciones sin dejársele ver, ha dejado de sorprender a los investigadores por la frecuencia con qué se dan. No ocurre lo mismo con otros avances como los inyectores de CO2, con los cuales se multiplica el alimento que las plantas consumen durante el día para hacer la fotosíntesis y crecer, caso de los intervenidos por la Guardia Civil en Arenal.

El presupuesto de una instalación con todos estos elementos sube varios millares de euros (el inyector de CO2 cuesta de 50 a 400 euros, los led de 400 a 1.400, el aire acondicionado puede superar los mil, etc.), que los empresarios recuperan con la cosecha: por cada 40 kilos de planta se obtienen diez kilos de hierba fumables qué comercializados en alta cotizan a entre 1.000 y 3.000 euros/kg y que llegan a superar los 5.000 cuando son vendidos en venta al detalle para el consumidor final (y los 8.000 y los 12.000 si se exporta a Alemania o a Suecia, según la Policía).

El consumo medio de una plantación corresponde al de 80 viviendas.Mossos d'Esquadra

Supone casi la mitad de la luz defraudada en un año en Lleida

La compañía Endesa detectó el año pasado a Lleida 44 conexiones ilegales en la red eléctrica (luz pinchada). Esta práctica es considerada delito. A pesar de ser sólo el 7,7% de los casos detectados en la demarcación –un total de 571–, supusieron cerca de la mitad de la luz defraudada –uno 47,8%. Concretamente, la luz rescatada (los llamados kilovatios fantasma) fue de 7.275.535 KWh
Si se tiene en cuenta, según Endesa, que el consumo medio de una vivienda es de 3.500 kWh, los kilovatios pinchados para la marihuana a Lleida equivalen al consumo de 2.078 hogares. Es decir, si tenemos en cuenta que la media es de 2,5 habitantes por hogar, sería el equivalente en una población de unos 5.200 habitantes como Agramunt, por ejemplo. 
Endesa cuenta con una unidad de fraude eléctrico. Uno de sus portavoces explica que “los cultivos interiores de marihuana necesitan generar luz unas 18 horas al día y eso vale mucho dinero”. Es decir, grandes cantidades de electricidad para hacer funcionar los sistemas de iluminación, climatización y ventilación necesarios para el cultivo. “Cultivos en pisos o casas consumen como si fuera una industria”, afirma. En cuanto a las instalaciones, explica que “son sofisticadas e incluso con domótica, hay electricistas que están mucho buscados por el alto grado de profesionalización”. Sin embargo, advierten que es un problema de seguridad. 
La compañía tiene habilidades canales para recibir denuncias anónimas de fraude: anomalias@enel, el teléfono 800 760 220 o rellenando un formulario. El uso de la inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta esencial para combatir un fraude cada vez más profesionalizado y con una alta tasa de reincidencia.

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