SANIDAD
Impulsan en Lleida una terapia pionera para prevenir la psicopatía en niños de 3 a 7 años
Santa Maria y Sant Joan de Déu piden financiación para esta técnica liderada por la psicóloga australiana Eva Kimonis. Los padres juegan con sus hijos mientras un terapeuta da indicaciones por un pinganillo

La última jornada bienal de psicopatía contó con una participación récord de 190 personas. - MARC CARBONELL
Los hospitales Santa Maria y Sant Joan de Déu de Lleida impulsan un tratamiento pionero para prevenir la psicopatía en niños de 3 a 7 años que tienen problemas de conducta con características de dureza e insensibilidad afectiva. Su artífice, la doctora y psicóloga australiana Eva Kimonis, asistió ayer a la jornada de psicopatía organizada por ambos centros en la ciudad y explicó que “hemos estado trabajando durante 15 años para desarrollar un tratamiento con el que hemos visto mejoras significativas en niños que tienen problemas para desarrollar emociones prosociales”.
En esta terapia, que Kimonis afirmó que “estamos llevando fuera de Australia por primera vez”, los padres (o maestros) acuden con los niños a las sesiones y juegan juntos mientras un terapeuta les observa detrás de un espejo unidireccional. “El profesional habla con los padres a través de un pinganillo y les da indicaciones para cambiar el comportamiento de los niños mientras interactúan”, explicó la doctora. Detalló que entre el 70 y el 80% de los menores que tratan son niños, pero “también hay niñas, y responden igual o mejor”, aseguró. “Podemos detectar características como la falta de empatía o culpa desde los 3 años, lo que nos da una buena oportunidad para llevar a cabo intervenciones tempranas. Cuando los niños se hacen mayores es muy difícil conseguir cambios significativos”, añadió.
Los principales proveedores de salud mental en Lleida, la empresa pública GSS y la entidad privada Sant Joan de Déu Terres de Lleida, mantienen reuniones con la Generalitat para instaurar una prueba piloto de esta terapia. “Nos hemos reunido con los departamentos de Derechos Sociales, Salud y Educación, y el primer paso será conocer qué porcentaje de niños con estas características tenemos en el territorio”, explicó la directora adjunta del área de salud mental y juvenil de Sant Joan de Déu, Anna Huguet. “Estamos preparados para llevarlo a cabo, pero necesitamos apoyo económico y pediremos becas”, añadió la psiquiatra coordinadora del hospital de día de salud mental del Santa Maria, Iolanda Batalla.
La psicopatía no se puede diagnosticar en edad infantil, pero se estima que un 1,5% de los niños con trastornos de conducta graves presentan características que podrían derivar en psicopatía: frialdad, crueldad, falta de empatía, no aceptación de la culpa o no respuesta al castigo, así como agresividad, aunque sus rabietas no son prolongadas. “La prevalencia es baja, pero su detección y tratamiento es muy importante porque son altamente distorsionantes y causan mucho malestar. En el trastorno hay una parte genética muy importante, pero no es predeterminante, sino que se puede cambiar si se modifica su entorno”, aseguró Batalla.