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Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea sin Reino Unido fijaron ayer en Bratislava las grandes líneas de una “hoja de ruta” para los próximos seis meses, con la que aspiran a demostrar “unidad” y un refuerzo de la seguridad en las fronteras contra la inmigración y la amenaza terrorista; que convenza a los europeos de la viabilidad del proyecto europeo.

“Nos hemos puesto de acuerdo en poner todo el esfuerzo de Europa para ocuparnos de las cosas que preocupan a la gente. La gente quiere seguridad y eso es lo que demandan a sus gobernantes”, dijo el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, al término de la cumbre informal celebrada en Bratislava.

El objetivo es no permitir nunca la llegada incontrolada de refugiados, según Donald Tusk

El Reino Unido estará listo en 2017 para activar la salida del club comunitario

En la misma línea, la canciller alemana, Angela Merkel, señaló el objetivo de la Unión Europea de “parar la inmigración ilegal” o “al menos reducirla significativamente”. “El espíritu de Bratislava fue un espíritu de cooperación. Sin la unidad europea no vamos a lograr estos objetivos”, manifestó en referencia a temas como la seguridad, la migración ilegal, la protección de las fronteras exteriores, la lucha contra el paro o la innovación económica.

“Estamos de acuerdo en que nunca más permitiremos que vuelvan los flujos migratorios sin control” del pasado año, dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en referencia a uno de los compromisos clave de la nueva “hoja de ruta de Bratislava”.

La mención inicial a evitar que se repita el “caos” de 2015 se suavizó por el malestar de algunas delegaciones con esa expresión, entre ellos Alemania, según desvelaron fuentes europeas.

Estamos determinados a “corregir los errores pasados” y buscar “soluciones comunes” como una Unión a Veintisiete, añadió Tusk, quien confía en que en los próximos seis meses se cumpla la ruta marcada y se dé por concluido el protocolo en marzo, cuando los Estados miembros celebren en Roma los 60 años del proyecto europeo.

El primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, explicó, por su parte, que se ha cerrado una ‘hoja de ruta’ inicial para “reforzar la confianza de los ciudadanos en el funcionamiento de la UE”.

En el marco de los esfuerzos para reforzar la frontera exterior de la UE, el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, anunció un apoyo de 108 millones de euros para ayudar a Bulgaria a controlar la presión migratoria en su frontera con Turquía. Sofía ha pedido 160 millones y el despliegue de 200 efectivos en la zona.

Al término del cónclave comunitario, la otra gran frase rotunda la pronunció el presidente de la Comisión Europea, Donald Tusk, quien dijo que “hay esperanza”, pese a que admitió que el “Brexit” es la representación de un problema de fondo que existe en otros países, el del descontento ciudadano hacia la forma de actuar de la UE.

Tusk aseguró que el Reino Unido estará listo a comienzos de 2017 para activar el artículo 50 de los Tratados de la Unión Europea que inicia las negociaciones para salir del bloque comunitario. Indicó que la primera ministra británica, Theresa May, situó la fecha entre enero y febrero.

Por su parte, el presidente galo, Francoise Hollande, dijo al llegar a la cumbre que “la Defensa europea es el reto de Europa”. Recalcó que Francia hace el “principal esfuerzo” en materia de Defensa en la UE, pero ha avisado de que su país no puede “estar solo”.

De la situación crítica a la esperanza en BratislavaLa de ayer no era una cumbre europea normal, dado que era la primera sin la presencia del Reino Unido y comenzaba con una clara advertencia de la canciller alemana, Angela Merkel, quien reconoció la “situación crítica” de la UE y esperaba un acuerdo sobre la nueva agenda para, entre otras cosas, recuperar el apoyo de los ciudadanos a través de un cambio de rumbo del club comunitario.

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