ESNOTICIA
Carpetazo a poco más de dos años de liderazgo
Tras suceder a Rubalcaba, Sánchez no logra afianzar al partido || Su enfrentamiento con los barones, clave en su caída
La dimisión de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE pone fin a poco más de dos años de su trayectoria como líder de los socialistas españoles. Tras la dimisión en mayo de 2014 de Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general al fracasar en las elecciones europeas, se convocó para julio un Congreso extraordinario. Días antes de este cónclave, Sánchez consiguió la elección por votación directa de la militancia, con el 48,6% de los votos, por delante de Eduardo Madina. El 26 de julio Sánchez fue ratificado como líder del PSOE. Casi un año más tarde, el Comité Federal lo proclamó candidato a la presidencia del Gobierno para las elecciones del 20 de diciembre.
Partidario de la reforma constitucional en clave federal, su primera prueba de fuego electoral fueron las elecciones del 20-D como cabeza de lista del PSOE. Sin embargo, el PSOE descendió hasta los 90 diputados en esos comicios, 20 menos que en 2011.
Sánchez no ha logrado afianzar al partido tras la pérdida de fuerza en los comicios con Rubalcaba
Pese a ello, el Comité Federal autorizó a Sánchez para que intentara formar Gobierno con Podemos, siempre que éste renunciara al referéndum de autodeterminación en Catalunya, y otras fuerzas de la izquierda si Rajoy no lograba una mayoría para su investidura.
Sánchez se sometió al hemiciclo en una doble investidura, pactada con Ciudadanos, que sin embargo fracasó y desembocó en segundas elecciones el 26-J. En esos comicios, el PSOE retrocedió hasta los 85 diputados, su peor resultado electoral de la historia. Desde entonces, Sánchez mantuvo su ‘no’ a la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, descartando la abstención de los socialistas para no caer en una “legislatura de chantaje”. Esta posición y los resultados electorales desde diciembre, tensaron cada vez más las relaciones con los barones socialistas. Especial mención a la líder del PSOE andaluz, Susana Díaz.
Además, la pugna constante con Podemos por el voto de izquierdas, los pactos con C‘s y las tensiones internas, desembocaron en una crisis sin precedentes en las filas socialistas que se vio reflejada tras los sendos varapalos en las elecciones autonómicas en Galicia y Euskadi el pasado día 25 de septiembre.
Los últimos días, la dimisión en bloque de 17 miembros de la dirección para forzar la dimisión de Sánchez, y las comparecencias de última hora para planear un debate entre el ‘no’ y la abstención a la investidura de Rajoy desembocaron en la dimisión de Sánchez al frente del PSOE.