EEUU ELECCIONES
Pesos pesados republicanos retiran su apoyo a Trump
A un mes de las elecciones, exigen que se marche por su vídeo machista || Segundo debate televisivo con Hillary Clinton
Imatge del primer debat televisiu entre Trump i Clinton.
A menos de un mes para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el candidato republicano, Donald Trump, afronta la crisis más grave de su campaña electoral. La revelación de una grabación con comentarios machistas puede sellar su futuro.
Aunque Trump se disculpó la madrugada del sábado por el incidente, los líderes más destacados del Partido Republicano han condenado con rotundidad sus palabras.
La élite económica mundial también alerta contra el populismo y el proteccionismo de Trump
Así, dos docenas de legisladores y varios pesos pesados (desde el excandidato republicano en pasadas elecciones John McCain pasando por la exsecretaria de Estado con George W. Bush, Condoleezza Rice) han retirado públicamente su apoyo a Donald Trump y muchos plantean sin tapujos la posibilidad de forzar su dimisión.
Asimismo, la élite económica mundial, reunida esta semana en la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI), cerró el encuentro con una decidida defensa de la globalización y la apertura comercial frente a la creciente amenaza del proteccionismo y el populismo, que aunque sin nombrar a Trump, era clara la referencia.
En medio de esta polémica, Hilary Clinton y Donald Trump debían volverse a ver las caras la pasada madrugada en el segundo de los debates en la carrera final por la Presidencia estadounidense; uno que esta vez estaba destinado a convencer a los votantes indecisos y que estaba marcado por temas como la bajada de impuestos, los planes fiscales o la contradicción de Trump sobre si se opuso o no a la guerra de Irak.
Sin embargo, la reciente polémica que rodea al candidato republicano es uno de los alicientes de este segundo enfrentamiento televisivo.
Por otra parte, Hillary Clinton podría pasar por momentos comprometidos, ya que todo el tiempo que no se invirtió en el primer debate con el uso negligente de sus correos electrónicos cuando era secretaria de Estado y sus conferencias pagadas podrían dominar gran parte del espacio del encuentro.
