PANORAMA
El mundo, en vilo ante las elecciones más disputadas de la historia en Estados Unidos
La falta de empatía y carisma de Clinton se enfrentan cara a cara con los exabruptos de Trump || El FBI mantiene que no hay razones para procesar a la candidata demócrata por los nuevos correos
Las elecciones de Estados Unidos de mañana martes son las que más espectación han creado en todo el planeta por la dirección que tome en los cuatro próximos años la primera potencia mundial.
Los dos candidatos principales a la presidencia, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, enfrentan políticas diametralmente opuestas tanto a nivel interno como del papel de EEUU en el mundo.
Ambos candidatos presentan políticas para EEUU diametralmente opuestas
Los dos candidatos han apurado este fin de semana el tiempo para apurar votos en Estados claves
Las últimas encuestas dan a Hillary Clinton una ventaja de entre 3 y 5 puntos sobre Donald Trump.
Pese al recorte considerable de la ventaja de la que Clinton disfrutaba hace algo más de una semana, Trump sigue sin ser capaz de superar su techo del 43%, lo que reafirma el hecho de que el magnate no está conquistando el voto indeciso.
Una encuesta publicada ayer y realizada entre los días 1 y 4 de noviembre para el diario Washington Post y la cadena ABC News da a Trump un 43% de intención de voto, frente al 48% de Clinton.
“Señoras y señores, me presento para ser presidente de Estados Unidos y vamos a hacer que nuestro país vuelva a ser grande de nuevo”. Con estas palabras, el 16 de junio de 2015 el magnate Donald Trump daba un paso adelante y anunciaba que quería ser el candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca.
El anuncio no fue una sorpresa, ya que el multimillonario había acariciado y barajado la posibilidad de ser presidente en anteriores elecciones, sin embargo fueron pocos los que creyeron entonces que tenía posibilidades reales de hacerse con la candidatura, ya que había otros rivales con experiencia política que parecían tener un perfil más adecuado.
Así, el mismo día del anuncio, el New York Times ya afirmaba que era “improbable” que se alzara con la victoria en las primarias republicanas.Para muchos, Trump no era más que un rico empresario conocido entre los ciudadanos por su ‘reality show’ en la cadena NBC ‘El aprendiz’, sin ningún tipo de experiencia en cargos políticos de ningún rango y que, por tanto, no tenía nada que hacer frente a rivales como el exgobernador de Florida Jeb Bush o los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, entre otros.
Sin embargo, a golpe de declaraciones no siempre políticamente correctas y con su omnipresencia en los medios de comunicación, Trump logró pronto situarse en cabeza en las encuestas frente a sus rivales, sellando además buenas intervenciones en los distintos debates televisivos entre ellos.
Ha sido muy criticado por sus declaraciones machistas, las más sonadas de ellas aparecidas en un vídeo con fecha de 2005.
Entonces, Trump presumía de poder hacer todo lo que quisiera a una mujer por el hecho de ser una “estrella”, algo que justificó como una “charla de gimnasio”. También tuvo que hacer frente en estas últimas semanas a la sucesión de mujeres que han ido saliendo a la palestra para denunciar casos de acoso y tocamientos por parte del magnate. El candidato republicano ha negado veracidad a todas estas informaciones, que considera impulsadas por la campaña de Clinton y medios rivales.
El Partido Demócrata, por su parte, se ha enfrentado a una campaña muy distinta a las anteriores por el imprevisible rival que ha tenido enfrente. El equipo de Clinton ha difundido innumerables desmentidos sobre las argumentaciones y cifras dadas por Trump, pero muchos afean a la exsecretaria de Estado que no haya sabido rematar a un animal que llegó a estar herido de muerte.
Los debates fueron buena muestra de ello. La mayoría de los sondeos dieron como ganadora a Clinton en los tres ‘cara a cara’ y la aspirante demócrata logró distanciarse en los días posteriores, pero a medida que se han ido acercando las elecciones el margen ha vuelto de nuevo a la horquilla de los dos o tres puntos porcentuales.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha intensificado su presencia en los actos electorales con un mensaje claro: Trump “no sirve” como comandante en jefe. La primera dama, Michelle Obama, ha centrado sus discursos en recordar las polémicas machistas del magnate, con apelaciones constantes al voto femenino.
Sin embargo, si algo se le ha reprochado a Clinton ha sido su falta de carisma y su incapacidad para empatizar con los ciudadanos, lo que la han convertido en una candidata poco atractiva incluso para los votantes demócratas y vilipendiada por los republicanos, que consideran que forma parte del ‘establishment’ de Washington, frente al ‘outsider’ Trump, virgen en materia política hasta la fecha.
Así las cosas, la antigua primera dama ha visto como lo que parecía ser una victoria prácticamente asegurada se iba desdibujando, entre otras cosas porque en esta ocasión son más de una decena los estados que los expertos consideran que podrían inclinarse de uno u otro lado y la demócrata no consigue decantar la balanza para ella.
Pero, cuando parecía que ya no podía haber más sorpresas y polémicas en la campaña, el 28 de octubre el director del FBI, James Comey, soltó una bomba: su oficina iba a investigar una nueva partida de correos electrónicos de Clinton cuando aún era secretaria de Estado, pese a que en septiembre había optado por no presentar cargos en su contra. Sin embargo, ayer mismo, el FBI manifestó que no hay razones para procesar a Clinton por estos correos.
Este fin de semana, ambos candidatos han apurado el tiempo para arañar votos en estados tan cruciales como el de Florida.
Dos agentes sacaron a Trump del escenario cogiéndole de los hombros ante un tumulto que se formó en una de las primeras filas enfrente del atril en el que el candidato republicano se dirigía a la audiencia. Pese al revuelo, poco después el magnate retomó el discurso, en un acto en uno de los considerados como estados clave para el devenir de las elecciones presidenciales de mañana.
El Servicio Secreto evacua a Trump por una falsa alarma en un mitin Donald Trump fue retirado la noche del sábado por agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos del escenario en el que realizaba un mitin en Nevada después de que se percibiera una supuesta amenaza entre la audiencia.