El PSOE y el PSC se dan dos meses para cerrar su crisis tras la investidura de Mariano Rajoy

El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, se dieron tiempo ayer y dejaron en manos de una comisión que formarán tres o cuatro miembros de cada organización resolver sus “discrepancias” políticas y orgánicas en un plazo de dos meses.

Ambos constataron esas discrepancias en la reunión que mantuvieron en Ferraz, en la que Iceta prometió “lealtad” al próximo secretario general del PSOE, aunque sea Susana Díaz.

Aplazada la entrada del PSC en la gestora socialista, puesto previsto para Teresa Cunillera

Considera que cuando el PSC habla de nación, debe de aclarar si se refiere a ser un Estado independiente

Tras el encuentro, anunciaron la creación sin fecha de esa “comisión de análisis”, como la llamó Fernández, que será la que dirá si el PSC “rebasó” en sus resoluciones la Declaración de Granada que consensuaron todos los socialistas en el verano de 2013 y qué consecuencias orgánicas tiene la decisión de los catalanes de desobedecer el mandato del Comité Federal de abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy. En lo político, Fernández advirtió a Iceta de que el PSOE no está dispuesto a ir un paso más allá del modelo territorial pactado en 2013.

El presidente de la gestora recordó que en ese documento los socialistas llegaron a un acuerdo para “definir la planta política del Estado” mediante un “proceso de federalización”, y se mostró contrario a “cualquier cosa que “rebase” esos límites y que no acepte que en el plano jurídico-político “la nación política es una”.

Por su parte, Iceta aseguró que es “optimista” sobre el futuro de las relaciones entre el PSC y el PSOE y puso énfasis en subrayar la voluntad y el acuerdo entre ambos para seguir “caminando juntos en un proyecto político compartido”. También admitió las discrepancias en la utilización del término nación, pero aseguró que los socialistas catalanes son los “mayores defensores” de la Declaración de Granada y de seguir compartiendo con el PSOE un “proyecto federal para España”. También explicó que “nación no quiere decir ni Estado ni soberanía”.

Ambos líderes no informaron quiénes serán los que formarán esa comisión bilateral y además decidieron aplazar la entrada de la leridana del PSC, Teresa Cunillera, a la gestora socialista.

Asimismo, el exsecretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba defendió que se mantenga el protocolo de relaciones entre el PSC y el PSOE pese a la ruptura de la disciplina de voto en la investidura de Mariano Rajoy.

Por su parte, el presidente de la Comunitat Valenciana, Ximo Puig, cree que al PSOE “le conviene” un encaje claro con el PSC y sumar en Catalunya.

sevilla

La secretaría general del PSOE-A y presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se mostró ayer convencida de que el PSOE y PSC seguirán caminando “juntos”, pero para seguir reforzando lo político “habrá que romper las asimetrías”. Respecto a la reunión entre el presidente de la Comisión Gestora del PSOE, Javier Fernández, y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, para abordar las relaciones entre ambas formaciones, Díaz manifestó antes de que se encontraran, que los dos son compañeros “inteligentes y con habilidad para el diálogo”. “Quiero que sigamos caminando juntos”, sentenció Díaz, quien agregó que el PSOE tomó la decisión hace 40 años de que quien le representara en Catalunya fuera el PSC y fue una decisión “inteligente y generosa”. En su opinión, “han sido buenos años y cuando se producen situaciones anómalas o asimetrías como las de los últimos tiempos hay que corregirlas”. Díaz advirtió de que lo que no puede ser es que el PSOE se entere por la prensa de que el PSC plantea el derecho a decidir, porque eso no es “lealtad ni reciprocidad”, o de que se está negociando un gobierno con ERC. Tampoco puede ser, según agregó, que no se acate el resultado del Comité Federal porque no gusta. Se preguntó si los que hoy están hablando de nación están hablando de ser Estado, algo que, a su juicio, debe aclarar el PSC. Para Susana Díaz, hay gente a la que no le gusta el PSOE de Andalucía, de Extremadura, de Asturias o de Castilla-La Mancha porque gana elecciones, en referencia a los que calificó como “rufianes”.