Turquía amenaza con abrir las fronteras para que los refugiados crucen a Europa

Las relaciones entre Turquía y la Unión Europea (UE) se tensaron ayer una vez más al amenazar el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, con abrir las fronteras de su país para dejar pasar a los refugiados que deseen llegar a Europa.

“Si vais más lejos, abriremos la frontera”, dijo el mandatario turco en referencia al voto del jueves en el Parlamento Europeo en el que se pidió congelar las negociaciones de adhesión de Turquía a la UE. En un discurso ofrecido en Estambul, Erdogan subrayó además los escasos esfuerzos que en su opinión está haciendo la UE en el marco del acuerdo de refugiados cerrado entre ambas partes en marzo.

Turquía ha recibido unos 3.000 millones de euros de la UE para atender a los refugiados

En este acuerdo, Turquía se comprometió a recibir los refugiados que intentan pasar a Europa. Como contrapartida, la UE apoya económicamente el cuidado de los refugiados en Turquía, a cambio de cumplir 72 condiciones. La mayoría las ha cumplido, pero el Gobierno turco se niega a reformar su legislación antiterrorista. Gracias al acuerdo en materia de refugiados, que le ha costado a la UE unos 3.000 millones de euros en ayudas a Turquía, el flujo de inmigrantes y refugiados hacia Europa se ha reducido sustancialmente desde la primavera pasada. Sin embargo, desde el fallido golpe de Estado en Turquía de julio y la purga en las instituciones turcas y las detenciones de políticos y periodistas opositores, Erdogan ha ido tensando el lenguaje y las relaciones con la UE.

Por su parte, la Comisión Europea (CE) pidió a Turquía que respete el acuerdo sobre refugiados con la UE y dijo que la resolución de la Eurocámara “es una pieza más” en la negociación.Alemania, el principal país de acogida de refugiados de Oriente Medio en Europa, insistió en mantener una línea de “diálogo abierto” con Turquía, pese a las amenazas de Erdogan.

atenas

Un incendio registrado este jueves en un campo de refugiados de la isla griega de Lesbos se saldó con dos muertos y varios heridos, según el Gobierno de Grecia, que alertó de un aumento de la tensión en la zona.

Una mujer iraquí de 66 años y su nieto de seis años murieron después de la explosión de una bombona de butano en una de las casetas del campo de refugiados de Moria.

La Policía indicó que una mujer de 25 años y un niño de cuatro años resultaron gravemente heridos y fueron trasladados a Atenas, la capital del país. Después de que se iniciara el incendio, decenas de inmigrantes se enfrentaron a las fuerzas de seguridad mientras otros refugiados abandonaban la zona afectada por las llamas.

“No somos animales, somos seres humanos”, dijo uno de los residentes del campo. “Nos hablan de los Derechos Humanos y de la ONU, pero no vemos ningún Derecho aquí. No tenemos libertad, no hay ningún tipo de democracia”, añadió. Al menos 400 personas, según ACNUR, se quedaron sin refugio tras quemarse sus tiendas, mientras que 38 menores no acompañados fueron trasladados a otros centros en la isla.

La frustración por la lentitud en el proceso de las demandas de asilo de los refugiados y el hacinamiento en los campamentos del Egeo oriental -en las islas de Lesbos, Samos, Kos y Quíos- están detrás de este aumento de la tensión generalizado. El número de personas alojadas en estos campamentos -11.398 en total según datos oficiales- supera con creces el de plazas disponibles -7.450 según las mismas cifras-.

El ministro de Inmigración, Yannis Mouzalas, anunció ayer que el Gobierno griego comenzará en breve a transferir a los inmigrantes para reducir el número de residentes en la isla de Lesbos y mejorar la situación.