Junqueras no ve “ninguna razón” para hacer fiesta

El vicepresident de la Generalitat, Oriol Junqueras, defendió ayer que no encuentra ninguna razón para dejar de trabajar el Día de la Constitución y señaló que la prioridad de cualquier gobierno debería ser “ayudar a la economía a crecer y ayudar a la sociedad”. A Junqueras le parece “muy bien” que concejales de múltiples ayuntamientos hayan priorizado las necesidades de los ciudadanos y hayan decidido trabajar para ayudarles. Sobre participar en una reforma de la Constitución, Junqueras apuntó que “respeta” cualquier posición pero que desde su partido anteponen el cumplimiento del mandato independentista y centrar los esfuerzos en la construcción de una república catalana. En relación a los presupuestos, el vicepresident insistió en que se trata de las cuentas “más sociales de la historia”.

Por su parte, la coordinadora general del PDECat, Marta Pascal, retó al delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, a “cambiar la tendencia de su predecesora”, Llanos de Luna, de denunciar a cargos soberanistas por actos de desobediencia. Ante las apelaciones de Millo al diálogo, Pascal retó al Gobierno central a “demostrar” con hechos su voluntad de dialogar, sin obligar a aparcar el referéndum. Millo aseguró que pese a que algunos cargos electos hayan decidido acudir a trabajar, “si todo el mundo hace lo que tiene que hacer, no tiene por qué haber ningún conflicto”.

Por su lado, la CUP defendió que este 6-D “es normal” que los ayuntamientos abran puertas y trabajen como un laborable porque que la Constitución “se cae a pedazos y no nos representa”. La diputada Mireia Boya subrayó que la carta magna española “lo único que hace es coartar las libertades del pueblo catalán”. Asimismo, el diputado de ERC Gabriel Rufián aseguró que para modificar la Constitución “hace falta un derecha democrática y una izquierda valiente”.

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El portavoz del Grupo Vasco en el Congreso, Aitor Esteban, advirtió ayer de que no cuenten con el PNV para realizar una reforma de la Constitución si no da solución a las aspiraciones nacionales del País Vasco y Catalunya.

“No nos hemos identificado nunca con esta Constitución porque el PNV es un partido vasco y cree en la nación vasca, el pueblo más antiguo de Europa, y queremos ser reconocidos como nación”, dijo Esteban, que recordó que en el referéndum de 1978 pidieron la abstención y que en Euskadi la Carta Magna fue aprobada “solo por el 30%” del censo.

“La modificación tendrá que ser para acometer y hacerse eco del problema territorial en Euskadi y Catalunya, si no, no tiene mucho sentido ni soluciona nada. Que no cuenten con nosotros para una reforma que no aborde el problema nacional vasco”, avisó Esteban.

El portavoz del PNV insistió en que si la reforma es para tratar “temas colaterales” se sentirán “igual de excluidos que ahora”. Esteban dijo que la cuestión vasca también se podría solucionar mediante una “interpretación más amplia” de la Constitución, que reconoce los derechos históricos vascos.

El ayuntamiento de Rubí realizó ayer un acto con motivo del día de la Constitución, siendo la única ciudad catalana que celebró este 6-D. En el acto, un grupo de independentistas quemó un ejemplar de la Carta Magna como protesta. Por otro lado, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, pidió “respeto a la soberanía municipal” y defendió trabajar durante dicha jornada. Forcadell participó en un acto en Celrà durante el cual se rebautizó la plaza de la Constitución con el nombre de la escritora leridana Maria Mercè Marçal.