SIRIA CONFLICTO
La tregua en Alepo vuela por los aires al suspenderse la evacuación
Nuevos combates y facciones rebeldes tratan de mantener posiciones || Al Asad ve a Trump como su posible “aliado natural” y acusa a Obama de ayudar a terroristas
Los combates se reanudaron ayer en Alepo, lo que puso fin al alto el fuego declarado el martes en esa ciudad del norte de Siria, donde tampoco se produjo la salida de los rebeldes y civiles de la zona asediada prevista. Los enfrentamientos eran intensos entre los efectivos gubernamentales y facciones rebeldes e islámicas en los puntos de contacto entre los barrios controlados por las autoridades y los que están en poder de la oposición, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Así, uno de los grupos rebeldes del este de Alepo anunció la puesta en marcha un último contraataque para evitar perder la zona oriental a manos del Gobierno sirio, que ya controla cerca del cien por cien de la ciudad.
Al menos 15.000 personas tenían previstos abandonar la ciudad gracias al frustrado alto el fuego
Las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, abrieron fuego de artillería contra los distritos dominados por los insurgentes, mientras que los rebeldes lanzaron cohetes contra los barrios en manos de las tropas gubernamentales en el oeste de la urbe. Estos ataques causaron al menos diez muertos y una treintena de heridos, la mayoría en áreas controladas por el ejército.
Rusia anunció el martes el cese de las operaciones de las fuerzas armadas sirias tras lograr un acuerdo de alto el fuego para la salida de los combatientes rebeldes de Alepo. Estaba previsto que la evacuación comenzara a las 05.00 hora local (03.00 GMT), e incluso los autobuses para transportar a los insurgentes y civiles fuera de la localidad se habían posicionado en el barrio de Al Ramusa, en el sur y adyacente a la parte asediada de Alepo donde están los rebeldes, pero tuvieron que retirarse.
Varias fuentes opositoras culparon a las milicias iraníes, que respaldan al Gobierno de Damasco, de obstruir la evacuación.
Sea como fuere, ninguna parte dio ayer por cerrada la posibilidad de que finalmente se produzca la evacuación de los combatientes y los civiles que lo deseen hacia regiones del oeste de la provincia de Alepo o la vecina Idleb.
Entretanto, los civiles atrapados en los tres kilómetros cuadrados del sureste de Alepo que quedan bajo dominio opositor viven con angustia el regreso de las hostilidades. Según datos del Observatorio, unas 15.000 personas iban a abandonar Alepo, de las que 5.000 eran insurgentes y 10.000 civiles, entre los que hay familiares de combatientes.
Por su parte, Al Asad aseguró que el futuro mandatario de EEUU, Donald Trump, puede ser su “aliado natural” si “actúa realmente” contra el terrorismo, en una crítica a las políticas de la actual Administración de Barck Obama. En este sentido, aseguró que los yihadistas que atacaron Palmira hace unos días llegaron a esta ciudad con el apoyo de EEUU o al menos su connivencia. Recriminó al Gobierno de Obama que siga hablando de “oposición moderada” y colaborando con ciertos grupos a pesar de que se habría demostrado que todas estas facciones “son extremistas” y tienen “ideología terroristas”. Así, dijo que combatientes que en su día pertenecieron a Estado Islámico o el Frente al Nusra se han limitado a “afeitarse la barba, vestir de otra forma y adquirir un nombre moderado”.