Rajoy espera “que llueva” para que baje el precio de la luz y rechaza tocar la factura

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, descartó ayer la adopción de medidas extraordinarias para rebajar el precio de la electricidad y confió en que llueva para abaratar el coste de la luz. “Va a llover”, aseguró Rajoy, quien recordó que generar energía hidráulica ayudará a bajar las tarifas.

Rajoy afirmó que el precio de la luz se encuentra en niveles del 2015, y pese a su incremento respecto al 2016, dijo que el Gobierno no contempla aprobar ninguna medida ni tampoco una rebaja de los peajes, que están congelados. En declaraciones a Onda Cero, el presidente dijo que, según los cálculos del ministerio de Energía, el precio de la electricidad se incrementará, de media, respecto al pasado año, unos 100 euros anuales (8 euros al mes), y atribuyó esta subida a que el ejercicio anterior fue “excepcionalmente bueno” por la caída del precio del petróleo. Rajoy explicó que el aumento de la electricidad no está afectando solo a España, sino también a otros países de la Unión Europea y subrayó que los precios del megawatio/hora de ayer, se situaban en 89 euros en España, frente a los 110 euros de Italia o Suiza, o los 109 euros en Francia.

El Gobierno central no quiere modificaciones y no es partidario de cancelar este gravamen

El presidente del Gobierno quiso destacar también que a España le está afectando la “situación compleja” de las centrales nucleares en Francia y la falta de agua y energía solar de los últimos meses, aunque afirmó que esta situación va a empezar a mejorar con las próximas lluvias. “Producir la electricidad con agua es mucho más barato, y con viento, también”, aseguró el líder del PP. Pese a esto, el presidente del Gobierno admitió que se trata de un tema “preocupante” que afecta “al bolsillo de los españoles y a la competitividad de las empresas”.

Por otro lado, y preguntado acerca de la subida del 0,25% de las pensiones, por debajo del cierre del IPC de 2016 (1,6%), Rajoy indicó que las pensiones han ganado poder adquisitivo en los últimos tres años y que este año el Gobierno se ha limitado a aplicar la ley de pensiones con arreglo a la recaudación que obtiene ahora la Seguridad Social. “Nunca hemos congelado las pensiones”, subrayó. Rajoy achacó además la subida de la inflación al 1,6% al incremento de los precios del petróleo.

Las palabras de Rajoy encontraron la rápida respuesta de la oposición. El portavoz de la Gestora del PSOE, Mario Jiménez, las calificó de “tomadura de pelo” y una muestra de su “falta de empatía absoluta con los problemas de los españoles”. El portavoz de Unidos Podemos, Íñigo Errejón, por su parte, reprobó a Rajoy ya que en vez de proponer soluciones a los precios de la luz, ha optado por parecerse a un “chamán” que invita a los españoles a “la danza de la lluvia”.

madrid

Los grupos de la oposición en el Congreso plantearon ayer al ministro de Energía, Álvaro Nadal, la necesidad de alcanzar un “gran acuerdo” en materia energética para frenar la subida del precio de la factura de electricidad y reclamaron indistintamente la intervención del Gobierno en la parte fija y variable del recibo y, por unanimidad, la realización de una auditoría de los costes energéticos.

El ministro de Energía, Álvaro Nadal, respondió que no es partidario de cambiar el actual sistema marginalista -por el que todas las centrales se retribuyen al precio de la tecnología más cara que se pone en funcionamiento- y recordó que se utiliza en otros 22 países. El ministro rechazó de plano cualquier propuesta que “suponga costes adicionales al sistema. Me me da igual la propuesta que me hagan”, en referencia a la derogación del denominado impuesto al sol que grava el autoconsumo eléctrico. Subrayó que “todo no se puede producir con las renovables y no se puede prescindir de las térmicas”. Nadal aseguró además que las fuertes subidas del precio de la electricidad van a remitir, mientras que la oposición en bloque reclamó una auditoría de los costes incluidos en la tarifa. Nadal planteó a los grupos la posibilidad de abrir un debate sobre los impuestos que gravan las centrales nucleares e hidroeléctricas -que apenas tienen costes variables-, aunque recalcó que la intención del Gobierno es mantener la situación actual.