EEUU POLÍTICA
Alemania y Reino Unido rechazan el polémico veto de Trump a la entrada de refugiados
May ordena evaluar el impacto de las medidas en los británicos con doble nacionalidad || El presidente estadounidense insiste en defender la necesidad de “fronteras fuertes y controles extremos”
El decreto ley del presidente de EEUU, Donald Trump, que veta la entrada en ese país de personas de siete países musulmanes, provocó ayer las críticas de varios países europeos, entre ellos el Reino Unido, tradicional aliado estadounidense, que lo calificó de “divisorio” y “equivocado”.
La canciller alemana, Angela Merkel, “está convencida de que la guerra decidida contra el terrorismo no justifica que se coloque bajo sospecha generalizada a personas en función de una determinada procedencia o religión”, según indicó el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert.
El gobierno estadounidense ha prohibido la entrada a una familia de cristianos sirios
Por su parte, la primera ministra británica, Theresa May, ordenó a sus ministros de Exteriores e Interior, Boris Johnson y Amber Rudd, respectivamente, que hablen por teléfono con sus colegas de EE.UU. para evaluar el impacto de las medidas en refugiados e inmigrantes y en los británicos con doble nacionalidad de los países afectados.
El propio presidente Trump insistió en la necesidad de que Estados Unidos tenga unas “fronteras sólidas” y criticó la situación migratoria en Europa y el resto del mundo.
La medida de Trump suspende tanto la entrada de todos los refugiados durante 120 días como la concesión durante 90 días de visados a ciudadanos con pasaportes de Libia, Sudán, Irak, Somalia, Siria, el Yemen e Irán, países con historial terrorista.
Reince Preibus, jefe de gabinete de Trump, afirmó que el veto no afectará a quienes poseen la tarjeta de residente permanente (“green card”).
El ataque también provocó la muerte de “unos 14 miembros de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP)”, rama de la red en esa zona, así como varios menores de edad, según indicó el propio CENTCOM en un comunicado.
El soldado muerto, cuya identidad no facilitaron las autoridades, es el primer militar estadounidense muerto en acto de combate desde que el presidente de EEUU, Donald Trump, tomó posesión del cargo el pasado 20 de enero.
Tanto Al Qaeda como el grupo yihadista Estado Islámico (EI) han aprovechado el deterioro de la seguridad en Yemen debido al conflicto entre fuerzas leales al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi y los rebeldes hutíes para expandirse en áreas del sur del país.
La jueza Ann M. Donnelly, del Tribunal del Distrito Federal de Brooklyn (Nueva York), dictó que los refugiados u otras personas afectadas por la medida y que han llegado a aeropuertos estadounidenses no pueden ser deportados a sus países. Asimismo, los fiscales generales de 16 estados de EEUU condenaron el veto temporal a la entrada de refugiado.
Paralelamente, decenas de miles de manifestantes salieron a las calles de las principales ciudades estadounidenses para expresar su rechazo a la orden ejecutiva del presidente estadounidense. Ayer mismo, una familia de cristianos ortodoxos sirios vio impedida su entrada en Estados Unidos tras llegar a Philadelphia desde Líbano.
Trump se ha apresurado a firmar alrededor de una decena de órdenes ejecutivas en su primera semana al frente de la Casa Blanca, sin embargo, la ejecución de sus propósitos no será, a día de hoy, tan sencilla como estampar una rúbrica porque existe el control del Congreso estadounidense y otros poderes.