Catalá tilda de “numerito” la movilización e insiste en poder suspender la autonomía

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, defendió ayer que el juicio contra Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau se va a celebrar con todas las garantías pese a la concentración de independentistas a las puertas del alto tribunal, que describió como un “numerito” impropio de una democracia con el que se falta el respeto al poder judicial. De hecho fue la misma palabra utilizada por el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, quien dijo que participaron “sobre todo cargos públicos. La Catalunya real estaba trabajando”, dijo.

Catalá dijo en una entrevista en la Cope que los magistrados actuarán con independencia ya que “no es fácil generar sobre ellos una coacción” e insistió en que no es un juicio político.

En cuanto a la convocatoria de un referéndum, afirmó que si se empeñan en ir “por ese camino” al Ejecutivo “no le quedará otro remedio” que aplicar las leyes. Dijo que el Gobierno tiene estudios sobre la aplicación de la Constitución, en referencia al artículo 155 sobre la organización territorial del Estado (permitiría la suspensión de la autonomía o la reasunción de competencias por el Estado) y añadió que no hace falta un desarrollo normativo singular para la aplicación del artículo, en este caso concreto contra una declaración de independencia en Catalunya. Horas después, en la Audiencia Provincia del Valencia, dijo que “si alguien incumple la ley, tendrá enfrente toda la fuerza del Estado de Derecho”, pero pidió “no anticiparse” sino “confiar en el diálogo” y auguró: “No llegaremos a un escenario de conflicto”.

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, pidió que todo el mundo respete y colabore con la Justicia y subrayó que la vida de los ciudadanos no se paraliza por los procesos que afecten a sus gobernantes.