“La secesión es una amputación que ningún cirujano podría salvar”

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cerró ayer el congreso del PP con un discurso centrado en Catalunya y un aviso a los independentistas, el de que no piensa ceder a sus reclamos ni “comerciar” con un proceso que pasa “por encima” de la Constitución. Hizo un llamamiento al resto de fuerzas políticas, a las que insistió en que están, como él, obligadas a dialogar para garantizar una España gobernable. Rajoy clausuró ayer el cónclave de los populares con el mensaje reiterado de que, aunque está dispuesto a hablar con la Generalitat, “no es posible negociación alguna sobre el cumplimiento de la ley”. Comenzó su discurso con la imagen de una enorme bandera española tras él y advirtió que la independencia de Catalunya supondría una “amputación” que no podría salvar “ningún cirujano”.

Dijo que la Constitución se puede cambiar siempre que lo quiera el conjunto de los españoles, aunque él, advirtió, no lo recomienda. “Todo esto del proceso secesionista es un disparate”, dijo Rajoy, seguro de que esa es la posición de la “inmensa mayoría” de los españoles y por eso la va a defender.

Llamadas a la oposición al diálogo para sacar adelante los Presupuestos del Estado, aún por presentar

Por eso, insistió, no piensa “comerciar” “sobre un proceso que pasa por encima de la Constitución”, que pretende la “fractura de España y la liquidación de la soberanía nacional”. “Nadie nos puede pedir que seamos cómplices de esta arbitrariedad y no lo vamos a hacer”, añadió.

Reiteró así que no es posible ninguna negociación sobre si se puede o no cumplir la ley, y qué parte de esta se puede desobedecer, algo que en su opinión es muy fácil de entender aunque otros no lo admitan “de forma premeditada”.

Si Catalunya fue su mensaje más relevante de la jornada, el diálogo con las fuerzas políticas fue el segundo, cuando todavía está sin presentar el proyecto de ley de los presupuestos generales del Estado.

Saca pecho de su gestión: “Antes todo era invierno, hoy primavera”Mariano Rajoy apenas habló en su discurso final en el congreso del partido, aunque sí envió un mensaje a sus compromisarios, afiliados y simpatizantes, el de que sigan “sosteniendo” el PP y dedicándose a la política porque “merece la pena”. Y sacó pecho de su gestión al comparar la situación de España en el anterior congreso del PP, hace 5 años, con la de ahora: “Antes todo era invierno y ahora vivimos una primavera, si queréis, tibia, pero llena de promesas”. Con frases como esta acababa Rajoy la clausura del cónclave en la Caja Mágica mientras en la plaza de toros de Vistalegre se conocía la victoria de Pablo Iglesias en Podemos. Al salir del congreso, Rajoy rechazó la idea de que este resultado en la formación morada le pueda perjudicar al PP. Poco antes la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, había llamado al partido morado“casta populista”.