PANORAMA
Artur Mas alega ante el Supremo que nadie les dijo que el 9N podía ser un “gran delito”
Vuelve a señalar a los 42.000 voluntarios como responsables de la consulta || Dos excargos de Generalitat dicen que no se ordenó parar el proceso del referéndum tras anularlo el Tribunal Constitucional
El expresident de la Generalitat Artur Mas alegó ayer en el juicio que se celebra en el Tribunal Supremo por el 9N contra el diputado de PDeCAT y exconseller de Presidencia, Francesc Homs, que antes de la consulta “nadie dijo que podría ser un gran delito, como parece ahora”. La declaración de Mas se centró en que la prohibición de la consulta alternativa que hizo el Tribunal Constitucional, la que supuestamente desobedeció Homs (y él también, pues ha sido juzgado por ello ante el TSJC) fue demasiado genérica como para poder cumplirla.
El testigo principal de la defensa fue Mas, quien declaró que “la providencia que suspendía aquella consulta alternativa” del 9N, la que supuestamente incumplieron él y Homs, “no era clara en cuanto a qué debíamos impedir o suspender –dijo–. Y eso tenía importancia, dado que era ya un proceso en manos de 42.000 voluntarios”.
El presidente de la Sala deseó “buen viaje” a Mas, que respondió: “¡Qué tengan buen juicio!”
La declaración de Mas, que fue recibido con gritos e insultos de “traidor”, “golpista” y “sedicioso” a su llegada al Supremo, tuvo otro elemento clave al recordar que tras una primera prohibición de la consulta por el TC, su gobierno puso en marcha otra cosa, un proceso participativo en manos de voluntarios muy diferente de la primera convocatoria.
Aun así, el 4 de noviembre, pocos días antes de la celebración de ese proceso alternativo, recibieron un correo y luego una providencia del Tribunal Constitucional.
Las tesis de Mas fueron refrendadas por el que fuera vicepresidente del Tribunal Constitucional, Carles Viver, quien declaró que se reunió con Homs el 4 de noviembre y le indicó que la prohibición del alto tribunal era demasiado genérica. Otros testigos de la defensa remarcaron la misma tesis.
Horas antes, el jefe del gabinete de Relaciones Externas y Protocolo de la Generalitat, Carles Fabró, y el director de Atención Ciudadana y Difusión, Ignasi Genovés, encargados de organizar la campaña institucional del 9N, negaron que recibieran indicaciones para frenarla pese a conocer la suspensión que pesaba sobre la consulta dictada por el TC.
Consideró que el exconseller intentó transmitir “que el futuro de España dependía de su mismo futuro” y del resultado de este juicio.
El popular cree que la declaración de Homs evidencia que los independentistas han entrado en una “dinámica surrealista” de declaraciones sin sentido.
La nueva querella, presentada el jueves por la Fiscalía, acusa a Forcadell por “su contumaz y obstinada voluntad de incumplir” los mandatos constitucionales; señala también a Corominas, Simó y Barrufet, y deja fuera al secretario tercero de la Mesa, Joan Josep Nuet (SíQueEsPot).