PANORAMA
Arranca el juicio del Palau con la incógnita de si Montull revelará los pagos ilegales a CDC
El partido renuncia a que declaren testigos como Felip Puig o Jordi Turull para evitar, al parecer, la exposición mediática || Millet y su socio, en el banquillo ocho años después de estallar el escándalo
Ocho años después de estallar el escándalo por el multimillonario expolio del Palau de la Música (unos 29,7 millones de euros), ayer arrancó en el Auditorio de la Ciudad de la Justicia el juicio a los saqueadores confesos Fèlix Millet y Jordi Montull, así como al extesorero de CDC Daniel Osàcar, por su papel clave en el supuesto pago de comisiones al partido, a través del Palau, a cambio de la adjudicación de obra pública durante la etapa de Jordi Pujol.
El juicio, que se prolongará hasta finales de junio, se inició con el trámite de cuestiones previas, con todas las miradas puestas en la mano derecha de Millet, Jordi Montull, después de que el martes trascendiera que ha ofrecido un pacto a la Fiscalía para delatar a Convergència a cambio de reducir sustancialmente la pena para su hija, ex directora financiera del Palau, que afronta una petición de 26 años de prisión.
Millet llegó en silla de ruedas y con retraso. Explicó que se encuentra “muy mal” de salud
Montull llegó junto a su hija y Millet, este en silla de ruedas, y con retraso. Este lunes, el ex presidente del Palau ya explicó que se encuentra “muy mal” de salud y que pedirá no tener que estar presente en todas las sesiones del juicio.
A la espera de que el próximo miércoles 8 de marzo empiecen a declarar los 16 acusados en esta macrocausa, la defensa de CDC -que comparece como responsable civil a título lucrativo por el expolio del Palau- y de Osàcar -que afronta siete años y medio de cárcel- anunció que renunciaba a 36 de sus testigos, todos políticos, entre ellos los exconsellers de Política Territorial Pere Macias y Felip Puig, así como Jordi Turull, actual hombre fuerte del partido en el Parlament.
El abogado de CDC y de Osàcar, Xavier Melero, alegó que renunciaba a estas testificales por considerar que los concursos para la adjudicación de las obras investigadas, como la Ciudad de la Justicia, la línea 9 del metro de Barcelona, el revestimiento de la Sèquia Bellet y un pabellón en Sant Cugat del Vallès no son controvertidos ni suponen el objeto del juicio.
Por su parte, la acusación popular cree que la defensa de CDC intenta reducir el “peso mediático” del juicio renunciando a que declaren altos cargos como Puig o Turull.
Además, la mayoría de las defensas, entre ellas las de Osàcar o de las de los exdirectivos de Ferrovial Pedro Buenaventura y Juan Elizaga, aprovecharon las cuestiones previas del juicio para pedir a la sala la absolución de sus clientes, argumentando que han prescrito los delitos que se les imputan.
Lo dijo en la Ciudad de la Justicia de Barcelona al salir de la sala donde se celebra el juicio. Montull se refería a que la semana que viene, el miércoles 8 de marzo, comenzarán las declaraciones de los 16 procesados. Se da la circunstancia de que los abogados de Montull y de su hija Gemma –que era directora financiera de la institución– tratan de llegar a un pacto con la Fiscalía para conseguir reducir las penas de cárcel a las que se enfrentan, de 27 y 26 años respectivamente. Este acuerdo pasaría por que Montull y/o su hija confiesen, entre otros aspectos, que CDC usó al Palau para camuflar el cobro de comisiones ilegales de Ferrovial, con lo que las declaraciones del padre y de su hija podría suponer un punto de inflexión en la causa.
Jordi Montull: “La semana que viene será más divertido” El que era mano derecha de Fèlix Millet en el Palau de la Música, Jordi Montull, aseguró ayer, justo al acabar la primera sesión del juicio por el saqueo de la institución cultural: “La semana que viene será más divertido. Esto es muy aburrido”.