PANORAMA
Dos empresarios declaran que giraban al Palau de la Música facturas de Convergència
Una firma audiovisual asegura que la institución cultural pagó parte de la campaña de CDC del 2004|| Exdirectivos de Ferrovial defienden el patrocinio de once millones y niegan el pago de comisiones
Dos directivos de empresas proveedoras de CDC, Miguel Giménez Salinas y Juan Manuel Parra, responsables respectivamente de las empresas Altraforma e Hispart, aseguraron que participaron en el desvío de fondos del Palau de la Música a CDC a través de facturas falsas, pero desvincularon de la trama al extesorero del partido Daniel Osàcar. La Fiscalía les pide tres años de prisión al acusarles de un delito de falsedad documental.
Salinas, afirmó que entre 2006 y 2007 cargó al Palau tres facturas por un total de 190.778 euros con los conceptos falsificados, dado que en realidad correspondían a servicios que había prestado a CDC, y que fue el partido quien les indicó que falsificaran el concepto de esas facturas y las cargaran al Palau de la Música, aunque dijo no recordar la identidad de su interlocutor. Parra, de la empresa Hispart, dedicada al montaje de sistemas audiovisuales aseguró en la misma línea que cargó al Palau trece facturas por un valor total de 824.299 euros que en realidad correspondían a servicios prestados a CDC con motivo de las elecciones generales de 2004. Reveló que fue el extesorero de CDC Carles Torrent, fallecido en 2005, quien le dio esas instrucciones, pero insistió en que su sucesor, Daniel Osàcar, que afronta siete años y medio de cárcel, no sabía “absolutamente nada”.
Ambos empresarios reconocieron cargar facturas al Palau con conceptos falsificados.
Declararon también ayer dos exdirectivos de la constructora Ferrovial, quienes, como el extesorero de CDC, desmintieron a Millet y Montull al negar con “rotundidad” que los millonarios patrocinios que destinaron al Palau de la Música ocultaran comisiones ilícitas para la formación nacionalista.
Según la versión de los exdirectivos Pedro Buenaventura y Juan Elizaga, los patrocinios que Ferrovial destinó al Palau, que ascendieron a más de 11 millones de euros entre 2001 y 2010, pretendían dar a conocer a la constructora en Catalunya asociándola a una institución de “prestigio”, lo que les permitió facturar en esa comunidad 200 millones de euros, partiendo de cero.“El Palau es una entidad con un prestigio impresionante y queríamos asociarnos a su marca para introducirnos en el mercado catalán”, declaró Juan Elizaga. El fiscal Anticorrupción Emilio Sánchez Ulled trató de presionar a Buenaventura mostrándole misivas que Millet se intercambió con la constructora con expresiones como “atender a las necesidades que tú sabes”, “atender los pagos que tú ya conoces y me están reclamando” o “presión”, así como alusiones a concursos de licitación.
El exdirectivo se desvinculó de los documentos y no reconoció como suya la firma una de las cartas- aunque dijo no tener explicación a las alusiones a procesos de adjudicación.