FRANCIA ELECCIONES
El ataque de EI en París se convierte en un arma electoral en Francia
Le Pen culpa a Hollande y exige el control férreo de las fronteras || El agresor de los Campos Elíseos no dio signos de radicalismo, según la Policía gala
El atentado terrorista del jueves en los Campos Elíseos de París, en el que murió un policía y que fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), se convirtió ayer en arma electoral en Francia y provocó los reproches de las candidaturas de la derecha y la ultraderecha al Gobierno socialista. En las elecciones más inciertas que se recuerdan, con el socioliberal Emmanuel Macron, la ultraderechista Marine Le Pen, el conservador François Fillon y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon en una horquilla de cinco puntos en los sondeos, el atentado en los emblemáticos Campos Elíseos salpicó la campaña.
Hasta ahora centrada en los escándalos judiciales que afectaron a Fillon y Le Pen -ambos sospechosos de malversación de fondos públicos-, la campaña vio cómo el terrorismo regresó al primer plano y provocó un cruce de acusaciones a dos días de la celebración de la primera vuelta.
Le Pen, segunda favorita que incluso ha visto cómo se incrementaba su intención de voto tras este atentado, fue la primera en comparecer ante la prensa para dejar una ristra de reproches al Ejecutivo socialista del presidente, François Hollande, quien renunció a buscar su reelección. “A este Gobierno efímero, dirigido por la inacción, le pido que ordene la restauración inmediata de nuestras fronteras nacionales”, dijo la candidata ultraderechista.
Por su parte, el conservador Fillón dijo que “hay que cambiar de escala. Tenemos que rearmarnos en el terreno de la seguridad, militar y diplomático, pero también en el ideológico y cultural, porque el islam radical desafía nuestros valores”.
Mientras, Macron, que encabeza las últimas encuestas, emuló a sus principales rivales y también compareció ante los periodistas para juzgar “indispensables” las reformas en la Unión Europea que garanticen la seguridad de los ciudadanos.
Karim Cheurfi, francés de 39 años, abatido tras cometer el atentado, acumulaba un fichero de casos de violencia contra las fuerzas del orden que le llevaron en varias ocasiones a la cárcel, y que le mantuvieron bajo la lupa de los servicios de inteligencia, aunque en sus 14 años entre rejas no había dado ningún signo de radicalización yihadista.