ELECCIONES PRESIDENCIALES
Francia se la juega en las urnas
La campaña de Macron, el claro candidato a la victoria hoy, denuncia un ciberataque que ha sacado a la luz correos y otras informaciones internas || Segunda vuelta sin precedentes, en la que los partidos tradicionales se han quedado fuera y el Frente Nacional intenta dar la sorpresa
A esta segunda vuelta han pasado los dos candidatos más votados de las elecciones del 23 de abril, en las que Macron se impuso con el 24,01% de lo votos. Al líder de ¡En Marcha! le acompaña en esta ocasión la candidata del Frente Nacional, que logró un 21,30%.
Ambos lograron dejar fuera al aspirante de Los Republicanos, François Fillon, lastrado por los escándalos, y a un emergente Jean-Luc Mélenchon, que ocupó la cuarta plaza y superó al socialista Benoît Hamon. Tanto Fillon como Hamon han pedido el voto para Macron con tal de frenar a Le Pen, mientras que Mélenchon ha esquivado la consigna argumentando que no es ningún “gurú” de sus seguidores.
Ha cundido el temor a que la ultraderecha acceda a una jefatura de Estado europea
El frente anti Le Pen ha sido la nota dominante de estas últimas dos semanas, en las que tanto dentro como fuera de Francia ha cundido el temor a que la ultraderecha acceda por primera vez a una Jefatura de Estado europea.
A sus 48 años, Le Pen ha llevado a la ultraderecha por segunda vez en su historia a una segunda vuelta, después de la sorpresa dada por su padre, Jean-Marie Le Pen, en el año 2002. También es la segunda mujer en alcanzar la ronda electoral final, por detrás de la socialista Ségolène Royal, quien logró dicho hito en 2007.
Sin embargo, las encuestas, acertadas en la primera ronda, vaticinan la derrota del Frente Nacional en esta cita final. Los sondeos sitúan la intención de voto para Macron en el entorno del 60%.
La candidata ultraderechista ha pasado de describir a Macron como representante de la “globablización salvaje” y “heredero” del actual presidente, François Hollande, a echar los restos acusándolo de tener cuentas en paraísos fiscales y de mostrar “complacencia con el fundamentalismo islamista”.Macron, por su parte, ha reforzado su imagen presidenciable a sabiendas de que “no hay nada ganado”, según sus propias palabras. El respaldo masivo logrado por los políticos de los partidos tradicionales, así como de líderes internacionales como Barack Obama o Angela Merkel, se han convertido en un arma de doble filo para un aspirante que se ha vendido también como alternativa.
La última polémica saltó ayer, cuando el movimiento “En Marcha” aseguró haber sido víctima de un “pirateo masivo y coordinado” que ha llevado a la “difusión en las redes sociales de informaciones internas de diversa naturaleza”. Denunció que los archivos pirateados -como correos electrónicos, documentos contables o contratos- “fueron obtenidos hace varias semanas gracias al ‘hackeo’ de direcciones de correo personales y profesionales de responsables del movimiento”.
Una de las claves es la abstención, que de ser elevada beneficia a Le PenUna de las claves del día será previsiblemente la abstención, que se irá conociendo de forma gradual a lo largo de toda la jornada electoral de hoy. En la primera vuelta participaron, unos 36 millones de franceses, el 75,77% de los electores. Todos los analistas coinciden en que una elevada abstención favorece a la ultraderechista Marine Le Pen, en la medida en que es quien parece tener los apoyos más consolidados. Emmanuel Macron, por su parte, necesitaría de los votos de los tradicionales simpatizantes del Partido Socialista y Los Republicanos y asestaría el golpe definitivo si lograse movilizar a los izquierdistas que proclaman lemas como: “Ni Le Pen, ni Macron. Ni patria ni patrón”. Esta noche conoceremos un resultado que de dar el poder a Le Pen sería una sorpresa mayúscula.