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Díaz se irá si no logra que el PSOE remonte y Sánchez se agarra a la abstención
López reivindica su espacio discrepando con ambos, pero con continuas apelaciones a la unidad
La presidenta andaluza, Susana Díaz, ha lanzado hoy su apuesta: si con ella el PSOE no logra remontar, se marchará, ha prometido en el debate con los otros candidatos, Patxi López y Pedro Sánchez, que la ha asediado con la idea de que la abstención a Rajoy ha sido el "peor de los errores".
Una Díaz centrada en asestar golpes contundentes contra el ex secretario general -"tu problema no soy yo, eres tú", le ha llegado a decir- ha acaparado la ofensiva, mientras que él ha evitado más que ella el 'cuerpo a cuerpo'.
Entretanto, López ha reivindicado su espacio discrepando con ambos, pero con continuas apelaciones a la unidad en medio del "fuego cruzado".
Desde el principio Susana Díaz, con sucesivas interrupciones a Sánchez, se ha centrado en reprocharle sus "bandazos" ideológicos, sus derrotas electorales y su personalismo, a lo que él ha replicado que "para volantazo, el que se dio el 1 de octubre de espaldas a los militantes" y que "no se puede cuestionar diariamente al secretario general".
Sánchez, con guiños constantes a los afiliados, ha planteado que en estas primarias lo que se dilucida es "o curar o cronificar la abstención a Rajoy" y ha prometido que, si gana el 21 de mayo, lo primero que hará será exigir su dimisión.
Díaz, que ha rehuido profundizar en el asunto de la abstención, ha dicho que fue una decisión "muy difícil" y "dolorosa", pero que "la raíz del problema son los 85 escaños" en que se quedó el PSOE liderado por Sánchez tras las segundas elecciones.
En su afán por situar a Díaz en una posición pactista con el PP, Sánchez le ha recordado que ella es la candidata favorita de los votantes 'populares', mientras que a él le prefieren los electores socialistas, según reflejan "abrumadoramente los estudios sociológicos".
Para ilustrar su idea, ha mostrado unos gráficos, al tiempo que defendía que "al PP hay que hablarle de frente, no de lado y nunca desde abajo".
Tras afearle una y otra vez sus derrotas electorales, Díaz le ha replicado que no cree que al PP le convenga una candidata que le "gana por diez puntos en Andalucía" y que más bien es a Podemos a quien interesa que Sánchez sea de nuevo secretario general.
Entre las escasas alusiones a la formación de Pablo Iglesias, Sánchez ha defendido para España la "vía portuguesa", frente a la "gran coalición" que ha identificado con Díaz, y ha respaldado alianzas autonómicas como la de Javier Lambán en Aragón y Ximo Puig en la Comunidad Valenciana, porque la otra opción -ha advertido- es "unirse a la derecha y languidecer, que es donde nos han situado los responsables de la abstención".
Otro de los momentos más tensos se ha producido a cuenta del modelo territorial y de los cambios de opinión del ex secretario general sobre Cataluña como nación, que le han criticado sus dos adversarios, hasta el punto de que López le ha llegado a preguntar: "Vamos a ver, Pedro ¿tú sabes lo que es nación?".
Díaz se ha cebado en este punto, acusando a Sánchez de tener "una visión para cada día de la semana e incluso diecinueve, una por cada comunidad y ciudad autónoma".
Al contraataque, Sánchez ha alegado que él defiende la "España nación de naciones que defendían Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero", en la que es necesario "reforzar y reconocer una mayor pluralidad".
Frente al PSOE de "rumbo cierto" que ha ofrecido Díaz y el que Sánchez quiere "resituar en la izquierda", Patxi López ha incidido en que su candidatura representa un "proyecto de izquierda, sin complejos ante la derecha y, sobre todo, de unidad".
Ha coincidido con Sánchez en que la abstención fue un error, a lo que éste ha replicado que, si piensa así, podría haber renunciado él también a su escaño. "Por coherencia y credibilidad, yo hoy estoy en el paro", ha recalcado.
En el bloque sobre modelo de partido, el ex secretario general ha dicho que él va a "compartir el poder con la militancia", mientras que Díaz ha hablado de "reforzar la participación" y López ha abogado por "implicar" a los militantes "en las decisiones".
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