DESAFÍO NUCLEAR
Corea del Norte insiste en su desafío y realiza otro ensayo de misiles
Se trataría de un cohete de medio alcance que ha puesto en alarma a Occidente
Corea del Norte redobló este domingo su desafío a la comunidad internacional al lanzar a modo de prueba un misil que recorrió unos 500 kilómetros, apenas una semana después de haber disparado otro proyectil de medio alcance. El misil alcanzó “una altitud máxima de 560 kilómetros y recorrió una distancia de 500 kilómetros” según un comunicado del Estado Mayor Conjunto (JCS), que añadió que presenta las características de un Pukguksong 2, un proyectil de medio alcance lanzado por primera vez por Corea del Norte el pasado 12 de febrero.
Por su parte, el Comando del Pacífico estadounidense (PACOM) dijo que el misil impactó en aguas del Mar de Japón (llamado Mar del Este en las dos Coreas) y que todo indica a que se trataría de un misil de medio alcance. Se trata del octavo ensayo de misiles que realiza el régimen comunista de Pyongyang en lo que va de año.
Estas repetidas pruebas de armas de destrucción masiva de Corea del Norte han provocado un endurecimiento de la retórica de Washington tras la llegada al poder en enero de Donald Trump, cuyo Gobierno ha insinuado la posibilidad de realizar ataques preventivos contra Pyongyang, lo que ha incrementado enormemente la tensión en la península coreana.
El desafío norcoreano llevó al Pentágono a enviar el mes pasado a aguas de la zona al portaaviones Carl Vinson, que aún realiza estos días maniobras junto a la Marina surcoreana. Esta misma semana Washington desplegó también en aguas del Pacífico Occidental otro portaaviones, el Ronald Reagan, que supuestamente llegará al Mar de Japón en los próximos días.
El ensayo de este domingo se produce apenas una semana después de que Pyongyang lanzara el “Hwasong 12”, un nuevo misil de medio alcance que mostró importantes avances de cara a que el régimen de Kim Jong-un desarrolle en el futuro un proyectil intercontinental con cabeza nuclear que pueda alcanzar territorio estadounidense.
Los expertos consideran que, con estos últimos ensayos, Pyongyang estaría poniendo a prueba al nuevo Gobierno surcoreano del presidente liberal Moon Jae-in, que llegó al poder hace menos de dos semanas con la promesa de mejorar los lazos con el régimen comunista manteniendo al mismo tiempo el mecanismo de sanciones.