“Una bomba explotó cerca de mi, había piel y sangre por todos lados”

Abby Mullen es una joven escocesa que acudió el lunes a ver el concierto de su ídolo, Ariana Grandes, en Manchester. Cuando acabó el espectáculo y se dirigia hacia la salida “para poder salir rápido y no tener que esperar mucho a un taxi” una bomba explotó cerca de ella.

Así lo relató la adolescente en su cuenta de Facebook: “ La piel, la sangre y las heces estában por todas partes, incluso en mi pelo y en mi bolso”. Por suerte, pudo regresar sana y salva a su hotel. “Espero que estén todos bien, tengo mucha suerte de estar dónde estoy ahora”.

Judit Rué, leridana de 23 años, trabaja en Manchester y cuenta cómo lo ha vivido

Laura Eames y su hija de once años, Isabel, acababan de levantarse para abandonar el concierto cuando la bomba estalló, cuenta El País. “No tuve claro en el momento que era una bomba. Escuchamos a unos que gritaban ‘¡bomba, al suelo!’, pero no comprendía o no quería comprender. Solo agarré fuerte a Isabel y corrí. Casi le arranco un brazo, todavía lo tiene morado. Todo el mundo se volvió loco, había gritos, chillidos, gente tirando a gente al suelo”, relató.

Muchos de ellos twittearon y grabaron los momentos de pánico vividos, como Rhianna burke (@ RhiannaBurke) quien escribió: “Nunca creí que grabaría esto, pero soy yo abandonando [el concierto de] Ariana Grande. Espero que estéis todos bien”, a este tuit, adjuntó un vídeo del momento.

Las redes sociales fueron también una herramienta para ayudar a localizar a la gente, ya que todo aquel que sabía que algún amigo o familiar había ido al concierto, lanzaban mensajes de búsqueda.

héroes

Señora Robinson.

Rescata a 50 niños y avisa a los padres.

La señora Paula Robinson agrupó a 50 jóvenes y las condujo a un hotel cercano desde donde avisó a los padres a través de las redes sociales. Una vez a salvo, a través de su móvil, envió tuits informando a los padres que buscaban a sus hijas que acudieran al hotel.

Los taxistas.

Trasladaron gratis a los heridos al hospital.

 Algunos taxistas ofrecieron a trayectos gratuitos y provisiones de comida para facilitar las cosas en ese “momento tan duro”, según dijo Faisal Khan, que de ninguna manera aceptó cobrar su tarifa. Lo corroboró Harjinder S Kukreja, quien ayudó también a buscar a desaparecidos.

Ángel indigente.

Oyó la explosión y ayudó a las víctimas.

Chirs Parker es un indigente de 33 años que suele mendigar en las inmediaciones del estadio los días que hay actos. La explosión le hizo caer al suelo y cuando logró levantarse corrió a ayudar a los heridos. Una mujer se le murió en los brazos, y desde entonces no ha “parado de llorar”.

Solidaridad.

Ciudadanos anónimos abrieron sus casas.

En un ejemplo de generosidad, los residentes de Manchester ofrecieron a través de las redes sociales alojamiento, comida y hasta enchufes para cargar el móvil a personas que aún no han podido salir de la localidad o que buscan a seres queridos.

“Estaba a dos calles y no me lo podía creer” La leridana Judit Rué estaba trabajando a dos calles del Manchester Arena cuando el encargado de seguridad le sinformó a ella y a sus compañeros que había habido una explosión. “Nos dijeron al principio que podría haber sido un globo grande, aunque luego supimos que había sido una bomba”, explicó que no se lo podía creer. Cuando salió del trabajo y se dirigía a casa, no pudo encontrar ningún autobús, los helicópteros sobrevolaban la zona mientras ella esperaba en la parada del autobús junto con algunas de las niñas que estaban en el concierto. Finalmente, tomó un taxi. este martes, cuando salió de casa, se encontró con “una ciudad paralizada, estaba todo cortado, la ciudad no tenía vida”. Los restaurantes y comercios, llenos de vida en un día normal “estaban prácticamente vacíos, algunos incluso no abrieron”. Judit no es la única consternada por lo sucedido. Miles de personas se sumaron este martes a una vigilia convocada en una céntrica plaza de Manchester para homenajear a las decenas de víctimas. Una vela encendida sirvió como símbolo de esperanza de una ciudadanía que portaba pancartas de solidaridad y que hizo un llamamiento a no dejarse llevar por el miedo. Entre cantos, gritos y aplausos, la multitud coreaba "Queremos a Manchester".