La cárcel Modelo ya es historia

La céntrica prisión Modelo de Barcelona trasladó este jueves a sus últimos presos y cerró sus puertas un día antes de cumplir 114 años. Símbolo de la represión franquista, entre sus muros albergó a presos políticos, criminales mediáticos, violadores y asesinos. Entre ellos, el más ilustre es el expresidente de la Generalitat, el leridano Lluís Companys, encarcelado en 1930. Antes que él, estuvo entre sus rejas Joaquín Maurín, preso político sindicalista, nacido en Bonansa (La Franja) que fue maestro en Lleida.

Dos años estuvo también recluido por su ideología el político Jordi Pujol Soley. Peor suerte corrió Salvador Puig Antich, que con tan solo 25 años murió por sus ideales y se convirtió en el último ejecutado por garrote vil en el Estado español. Durante la dictadura, varias personalidades del mundo de la cultura estuvieron recluidas en la Modelo como el periodista y escritor Manuel Vázquez Montalbán o el músico mallorquín Pau Riba.

En 1975, con la ley de prensa de Fraga aún vigente, el periodista Josep Maria Huertas Clavería fue otro de los “inquilinos” de la Modelo tras un consejo de guerra por “injurias al ejército”. Pero tal vez si hubo un “habitante” famoso en la prisión barcelonesa fue Juan José Moreno Cuenca, “el Vaquilla”, quien protagonizó en 1984 un sonado motín. Después lo trasladaron a Lleida, de dónde se fugó con otros cinco presos.

De entre los reos más recientes muchos recordarán a Tomas Pardo y a Pedro Jiménez García, violador el primero y violador y asesino el segundo. Pardo, que pasó también por al cárcel de Lleida, estaba encarcelado por robar, violar y apuñalar a una mujer. Durante un permiso penitenciario en 2016 cuando estaba preso en Lleida, le hizo lo mismo a una mujer de 52 años en Igualada. El caso de Jiménez García no es menos escabroso. También estuvo preso en Lleida y también durante un permiso, asesinó y violó a dos agentes de la Guardia Civil en L’Hospitalet de Llobregat.

En diciembre se entregarán las llaves de la Modelo al Ayuntamiento de Barcelona, de quien depende el uso que se le dará, aunque el conseller de Justicia, Carles Mundó, mostró su voluntad de que sea un sitio de memoria ya que ha representado un “símbolo para el país, y es la prisión del siglo XX”, y anunció que del 3 de julio al 26 de noviembre se abrirá el centro a visitas de la ciudadanía. Recordó que el cierre ha sido una “decisión compleja” pero que se ha tomado porque las ventajas superan los inconvenientes.