EEUU
El Supremo permite a Trump parte de su veto migratorio
Referido a refugiados de seis países árabes || Solo permitirá la entrada a quien pruebe que tiene familiares en EEUU
El Tribunal Supremo de EEUU concedió este lunes una victoria al presidente, Donald Trump, al admitir a trámite el caso de su veto migratorio y permitir la entrada en vigor de algunas partes de su iniciativa, destinada a prohibir la entrada de refugiados y nacionales de seis países de mayoría musulmana.
“Como presidente, no puedo permitir que entre en nuestro país gente que quiere hacernos daño. Quiero a gente que pueda amar a Estados Unidos y a todos sus ciudadanos, y que vayan a trabajar duro y ser productivos”, subrayó Trump, que emitió su veto supuestamente para frenar el terrorismo yihadista.
La reforma sanitaria que debate el Senado de EEUU dejaría a 22 millones de personas sin seguro
La decisión del Tribunal Supremo implica que el Gobierno de Trump podrá negar la entrada al país a cualquier individuo que no pueda probar que tiene familiares en territorio estadounidense o que tiene planes ya establecidos para trabajar o estudiar en organizaciones de Estados Unidos. Por tanto, la decisión de los jueces afecta sobre todo a los refugiados, que por definición están huyendo de sus países de origen y, en teoría, no tienen por qué tener ninguna relación con EEUU.
La orden ejecutiva de Trump buscaba anular durante 120 días el programa de acogida de refugiados, así como prohibir durante 90 días el ingreso a Estados Unidos de los ciudadanos de seis países de mayoría musulmana (Irán, Somalia, Sudán, Siria, Yemen y Libia).
Por otra parte, según un informe de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO), la propuesta de reforma sanitaria que debate el Senado de EEUU dejaría a 22 millones de personas sin seguro médico hasta 2026, de las que 15 millones solo el primer año de su entrada en vigor.
En otro orden de cosas, Trump criticó la gestión del expresidente Barack Obama en la supuesta intervención rusa en las campaña de las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016. Así, acusó a su predecesor de conspiración y exigió una disculpa a los investigadores que le apuntaban a él.