Macron y Trump prefieren destacar lo que les une en las celebraciones del 14 de julio

Los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y EEUU, Donald Trump, aprovecharon ayer la asistencia de este último como invitado de honor durante las celebraciones por el 14 de julio para destacar la fortaleza de las relaciones entre ambos países, a pesar de que sus gobiernos tienen opiniones enfrentadas en asuntos de la agenda internacional, según reconocieron ellos mismos.

Trump presidió junto a Macron el tradicional desfile militar por el Día Nacional de Francia, que este año contó con la participación de efectivos estadounidenses para conmemorar el centenario de la intervención de EEUU en la Primera Guerra Mundial. “Ha sido un gran honor representar a EEUU en este magnífico desfile por el Día de la Bastilla. Felicitaciones al presidente Emmanuel Macron”, escribió Trump en Twitter.

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Ambos presidentes presenciaron una obra inesperada en la plaza de la Concordia de París, interpretada por músicos militares franceses en la celebración de la toma de la Bastilla. La canción que sonó fue Get Lucky, creada entre el grupo de electro pop francés Daft Punk y el cantante americano Pharrell Williams. Toda una declaración de intenciones en un viaje en el que ambos líderes se confesaron “amistad” absoluta y protagonizaron otro curioso apretón de manos, esta vez de 28 segundos.

Macron aprovechó su intervención para recordar la histórica alianza entre ambos países. “Encontramos unos amigos fiables que acudieron en nuestra ayuda. Ya nada nos separará jamás. La presencia del presidente Trump y su esposa es el símbolo de una amistad que perdurará en el tiempo”, dijo. El jefe de Estado también deseó a los franceses “una fiesta nacional tranquila y alegre”, en contraste con la vivida el año pasado, cuando el tunecino Mohamed Lahouaiej Bouhlel mató con un camión a 86 personas en Niza.

Trump y Macron se reunieron el jueves para discutir cómo reforzar la cooperación bilateral en materia de seguridad, con especial énfasis en posibles alianzas para responder a conflictos de calado internacional, como el de Siria, y a desafíos globales, como la amenaza norcoreana.

El punto de fricción más evidente sigue siendo el Acuerdo de París para luchar contra el cambio climático. Trump anunció la retirada de EEUU, algo que ha sido duramente criticado por Francia, país que acogió la conferencia de la ONU en la que se pactó el tratado internacional.