POLÍTICA
El 67,5% de los catalanes, dispuestos a votar el 1-O
Una menor participación favorecería al Sí
Los contrarios a la independencia de Catalunya aumentan respeto a marzo, al pasar del 48,5% al 49,4%, mientras sus partidarios caen casi tres puntos hasta el 41,1%, según un sondeo de la Generalitat, lo que agranda la distancia entre ambas opciones a dos meses de un eventual referéndum el 1 de octubre.
El director del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO), Jordi Argelaguet, ha presentado en rueda de prensa los resultados del último Barómetro de Opinión Política antes del 1 de octubre, que incluye también una proyección electoral en el Parlamento de Catalunya.
Si se celebrasen esos comicios en la actualidad, la mayoría absoluta de JxSí (PDeCAT y ERC) y la CUP peligraría, pues sumarían entre 66 y 71 escaños (está en 68), mientras que Ciudadanos sería segunda fuerza (20-22), seguida de PSC (17-20), Catalunya Sí Que Es Pot (15-17) y PPC (11-13).
En cuanto al apoyo a la independencia, Argelaguet ha indicado que el "ligero" incremento de los contrarios a ella no es "significativo en términos estadísticos", pero en cambio sí que lo es, a su juicio, el retroceso de casi tres puntos de los partidarios de la secesión, de 44,3% al 41,1%, llegando a niveles de hace cuatro años.
La pregunta sobre si "quiere que Catalunya se convierta en un Estado independiente" la plantea el CEO de forma ininterrumpida desde el diciembre del 2014 y, en ese periodo, los favorables a la independencia nunca habían estado en un nivel tan bajo, pues su peor registro previo fue en junio de 2015 (42,9%), precisamente cuando los detractores llegaron a sus mejores números (50%).
La encuesta también pregunta por la participación y el sentido de voto "en un referéndum para decidir la independencia de Catalunya convocado y organizado por la Generalitat y sin el acuerdo del Gobierno español", y por lo tanto unilateral.
En él participarían, según el sondeo, dos tercios de la población (el 67,5%), un dato que sería clave en el resultado: una menor participación favorecería al sí, porque los datos indican que los independentistas irían todos a votar, mientras que una mayor participación agrandaría el 'no', porque significaría que los del 'no' se habrían movilizado, según ha explicado Argelaguet.
Así, con una participación del 67,5%, el 'sí' a la independencia ganaría con el 62,4% de los votos y el 'no' obtendría el 37,6% de los votos.
Pero si se computa el conjunto de los encuestados, el 'sí' representaría el 39%, el 'no' el 23,47%, mientras que habría un 2,93% de votos en blanco y un 2,06 serían nulos, lo que sumados ofrece el 67,5% de participación.
Por otro lado, ante la pregunta de cómo considera que debería ser Catalunya, el 34,7 % apuestan por un Estado independiente, un retroceso de casi tres puntos respecto al pasado marzo (37,3).
Los partidarios de un Estado dentro de una España federal se mantienen en el 21,7% y los que apuestan por una comunidad autónoma suben del 28,5 al 30,5%, mientas que los que desean que sea una región caen del 7% al 5,3%.
En cuanto a los sentimientos, el 39,2% se declara tan español como catalán, el 22,8% sólo catalán, el 21,5% más catalán que español, el 5,3% a la inversa y el 6,7%, solo español.
La encuesta del CEO plantea un escenario de elecciones catalanas con Junts pel Sí, sin separar por tanto la proyección de PDeCAT y ERC, pero el cruce de datos entre la intención de voto en el Congreso y en el Parlament sí que permite observar que un 56,3% de los votantes de JxSí se inclinan por Esquerra y el 19,7% por el partido heredero de CDC.
Asimismo, el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras (ERC), es el único líder político que aprueba (5,17 sobre 10) y queda por delante del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (PDeCAT), segundo con un suspenso del 4,88, mientras que la peor nota es para el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (1,72).
En cuanto a las elecciones al Congreso, ERC, con una estimación de 12-13 diputados, podría rebasar a En Comú Podem, que se mantendría en los 11-12 escaños, mientras que el PDeCAT caería de 8 a 6-7 y el resto de partidos experimentarían pocos cambios: el PSC tendría 7-9 diputados, el PP 5-6 y Ciudadanos, entre 3 y 5 escaños.
En cuanto a las preocupaciones ciudadanas, la primera es el paro y la precariedad laboral, la segunda es la insatisfacción con la política (que incluye la corrupción) y la tercera hace referencia a las relaciones entre Catalunya y el resto de España.