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La fundación de Mas para ensanchar la base del catalanismo, en “hibernación”
Cuando Artur Mas dejó la jefatura de la Generalitat en enero de 2016 dejó la Generalitat, empujado por la CUP a dar un paso al lado, el expresident fijó un doble objetivo en el horizonte: trabajar en la refundación de Convergència –que acabaría dando paso seis meses después a la creación del PDeCAT– e impulsar una plataforma externa al partido que ayudara a ensanchar el espacio político de la antigua CDC.
Con el tiempo, este segundo proyecto, que quería emular en parte lo que en 2007 fue la Casa Gran del Catalanisme, fue girando, hasta el punto que en noviembre de 2016 el Consell Nacional del PDeCAT dio luz verde a la puesta en marcha de una fundación que debía recoger la semilla de aquella plataforma pero más apegada al partido.
A pesar de estar en la órbita del partido, la fundación conservaba la voluntad de convertirse en un instrumento capaz de reunir personalidades de otras sensibilidades soberanistas.
Sin embargo, un año y medio después de que Mas hubiera hablado de la plataforma por primera vez, el proyecto aún no ha visto la luz. Algunos dirigentes del PDeCAT admiten que “está en fase de hibernación”, aunque otros niegan, sin embargo, que sea un proyecto enterrado, según el ARA.