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EEUU POLÉMICA

Trump califica de “triste” retirar estatuas de líderes confederados

Alud de peticiones de varios estados reclamando la retirada de monumentos públicos|| Los grupos supremacistas anuncian concentraciones en protesta

Dos seguidoras del “Movimiento del Día Moderno Secesionista” con banderas confederadas.

Dos seguidoras del “Movimiento del Día Moderno Secesionista” con banderas confederadas.EFE

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lamentó ayer la retirada de “preciosas estatuas” conmemorativas del bando confederado que combatió en la Guerra de Secesión, en plena polémica por su controvertida reacción a la ola de disturbios en la localidad de Charlottesville (Virginia).

“Triste por ver que la historia y la cultura de nuestro gran país queda destrozada con la retirada de preciosos monumentos y estatuas. No puedes cambiar la historia, pero puedes aprender de ella”, escribió Trump en Twitter, en alusión al auge de críticas contra efigies que homenajean a líderes del bando partidario de mantener la esclavitud.

Las autoridades de varios estados han reclamado la retirada de monumentos públicos que se han convertido en símbolo para simpatizantes del bando confederado, a cuenta de las recientes movilizaciones de neonazis, nacionalistas blancos y seguidores del Ku Klus Klan (KKK).

La alcaldesa de Baltimore (Maryland) ordenó retirar los cuatro monumentos el miércoles de madrugada, dos días después de que unos manifestantes tumbaran a golpes una estatua confederada en Durham (Carolina del Norte). Tampoco hay ya estatuas similares en Gainesville (Florida) ni en el cementerio “Hollywood Forever” de Los Ángeles, al tiempo que el alcalde de Lexington (Kentucky) ha pedido sacar dos de unos jardines donde además estuvo situado uno de los grandes mercados de esclavos.

Por su parte, los grupos supremacistas anunciaron que “pronto” se manifestarán en la localidad sureña contra esa decisión.

Trump también afirmó que en sus declaraciones sobre los disturbios de Charlottesville no quiso establecer una “equivalencia moral” entre los grupos de ultraderecha y quienes protestan contra ellos y cargó contra dos senadores de su propio partido que después de que ambos criticaran su tibia respuesta ante los episodios en la localidad de Virginia.

A los ataques desde de su propio partido hay que sumar la renuncia masiva de un grupo que tradicionalmente le había apoyado, los ejecutivos de grandes de empresas, que se habían sumado de los consejos de asesoría de la Casa Blanca.

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