TERRORISMO VÍCTIMAS
Carme Alimbau, psicóloga: «No podemos quitar el dolor, pero paliamos sus efectos»
Esta leridana forma parte del equipo de profesionales que atendieron y acompañaron a familiares de las víctimas del atentado a su llegada al aeropuerto de El Prat
Carme Alimbau es psicóloga profesional de Creu Roja Lleida y forma parte voluntariamente del Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE), un grupo multidisciplinar formado por psicólogos, médicos, enfermeras y trabajadores sociales que interviene cuando hay una emergencia o hecho traumático.
¿Cuál es el objetivo del ERIE?
Proporcionar una atención integral a las víctimas y a sus familiares. La primera acogida en caso de tragedia es fundamental, el apoyo y la gestión de la información en momentos de confusión puede evitar situaciones de estrés postraumático.
¿Qué hizo usted el sábado?
Trabajé de 8.00 a 20.00 horas junto a José Ramón Ropero y Anabel Siscart (también de Creu Roja Lleida) proporcionando atención a los familiares de tres víctimas del atentado.
¿Qué hacían con ellos?
Les acompañamos, les ayudamos a agilizar los trámites y comprobamos su situación emocional antes de derivarlos al hospital o al instituto anatómico forense, donde hay otro equipo de psicólogos.
¿Se está preparado como profesional para afrontar una tregedia?
Nadie está preparado para eso, pero sí que podemos dar un apoyo emocional muy importante. Nuestro trabajo no es eliminar el dolor, sino paliar sus efectos.
¿Qué les decían?
Depende. Hay personas que necesitan hablar y otras, no. Algunos llegan con crisis, en shock, con estrés agudo y con sintomatología que aún asusta más, como la hiperventilación. Nuestra misión es decirles que todo ello es normal y tranquilizarles.
Minimizar los síntomas.
Exacto, que aquello por lo que están pasando no se convierta en una situación más traumática de lo que ya es. Ofrecerles inmediatez, proximidad, para que puedan iniciar su proceso de duelo.
¿Qué pensó cuando se acostó?
Me quedó la sensación de haber hecho un buen trabajo en equipo. Estas personas no recordarán el nombre de quién les atendió, pero sí la sensación de haber estado acompañadas en todo momento.