El juez deja libre a Juana Rivas, que vuelve ‘a casa con mis niños y vamos a seguir peleando’

Juana Rivas, la vecina de Maracena (Granada) que estaba ilocalizable desde que el 26 de julio e incumplió la orden de entrega de sus hijos a su padre italiano, quedó ayer en libertad provisional tras comparecer como detenida en el juzgado de guardia de Granada. A la salida del tribunal, Rivas celebró regresar a casa con sus hijos, aunque mantiene su condición de investigada por supuestos delitos de sustracción ilegal de menores y desobediencia a la justicia.

La madre de Maracena fue arrestada en un aparcamiento público cercano a los Juzgados y trasladada ante la autoridad judicial en virtud de la orden vigente de detención.

Juana Rivas pide ayuda a Rajoy en una misiva y le avisa de que sus hijos y ella corren “un gran peligro”

Según el TSJ andaluz, tras una larga declaración, en la que Rivas sólo contestó a preguntas de su defensa, el juez consideró que la gravedad de la pena del presunto delito que hubiera podido cometer la madre no justificaba la medida excepcional de prisión provisional solicitada por el fiscal.

El juez de guardia consideró también para acordar la libertad provisional la no existencia de antecedentes penales de Rivas, el arraigo social que no hace suponer riesgo de fuga y la circunstancia de estar litigando en la actualidad en otros juzgados.

En la vía civil, el juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada, acordó la retirada del pasaporte de los dos hijos y la prohibición de su salida del territorio Schengen, sin autorización del padre o sin permiso judicial.

A su salida, Juana Rivas, manifestó: “No me voy a la cárcel, me voy a mi casa con mis niños y vamos a seguir peleando”.

También pidió ayuda por carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, y al presidente del TC, Juan José González Rivas, a quienes avisó que sus hijos y ella corren “un gran peligro”.

valencia

La valenciana María José Carrascosa llegó ayer al aeropuerto de Manises (Valencia), tras quedar en libertad provisional más de un año después de pasar otros nueve encarcelada en EEUU por un conflicto sobre la custodia de su hija. Emocionada y agradecida, declaró a los medios de comunicación tener ganas de “ir a casa a dormir y abrazar primero a mi hija”, que tenía cinco años cuando la vio por última vez.

Un tribunal español le otorgó a ella la custodia de su hija Victoria, pero otro estadounidense se la dio al padre y en 2006, un año después de llevarse a la niña a España, Carrascosa fue detenida durante una estancia en EEUU y en 2009 fue condenada a catorce años de prisión acusada de desacato y secuestro.

La mujer, que es abogado, quedó en libertad condicional el pasado 27 de abril de 2015 tras pasar nueve años encarcelada en Estados Unidos.

“Gracias a España por haber estado todos apoyándome de la forma en la que habéis estado apoyándome”, aseguró muy emocionada, y admitió que sí, asintiendo con la cabeza, al ser preguntada por si había vivido un “calvario horrible”.

En una escueta atención a los medios, declaró querer “ir a casa a dormir y abrazar primero a mi hija”. “Estoy muerta. Tengo ya ganas de llegar a casa. Gracias, un abrazo”, fueron sus únicas palabras, acompañada de su padre, José y de su representante.

El padre, por su parte, aseguró estar “feliz” porque, según indicó, “se ha acabado el calvario que venimos padeciendo tanto tiempo ya”. “Once años”, un tiempo “larguísimo” que hay que pasar para saber lo que es, según describió.

José Carrascosa explicó que su mujer, Maruja, está esperando en casa a María José, porque está “muy deteriorada” y por ese motivo no pudo desplazarse hasta el aeropuerto. Su nieta, a punto de cumplir 18 años, tenía cinco años cuando su madre se fue a EEUU y “pasó esto”.