Los huracanes asolan el Atlántico

La temporada de huracanes ha empezado fuerte en el Atlántico. El último lugar en sufrir el poder de Irma, el más poderoso de los tres activos, fue Cuba. La región central de la isla despertó ayer en una de las mañanas más peligrosas de las últimas décadas, un amanecer de olas gigantes, vientos huracanados y fuertes lluvias causados por el feroz Irma, que azotó intensamente ciudades patrimoniales como Remedios o Caibarién.

Caibarién, la llamada “Villa Blanca” es una de las comunidades más afectadas debido a su ubicación en la costa. Por su litoral pasó con rabia la noche de este viernes el huracán, el más fuerte que se ha sentido en esta zona en tres décadas, según sus lugareños. Las calles más próximas a la costa, casi la mitad de Caibarién, habían desaparecido, devoradas por el mar, aunque la magnitud de los daños no se puede valorar hasta que no baje la marea. Se ha tenido que evacuar a un millón de personas entre locales y turistas para protegerlos del huracán.

Florida espera la llegada de Irma mientras las islas del Atlántico se reponen a la espera de José

Tras pasar por Cuba, se degradó a categoría 3, pero se fortalecerá de nuevo en su camino hacia Florida, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EEUU. Precisamente en Florida, 5,6 millones de personas, más de un cuarto de la población, fueron llamadas a evacuar y muchas de ellas se desplazaron hacia el norte del Estado y el país, éxodo que ha sido considerado histórico para la región, en la tarde de ayer, Miami ya empezó a notar las primeras lluvias asociadas al huracán.

Sus efectos se siguen notando en los lugares que dejó atrás. Bahamas está sin electricidad y aislada, las pérdidas en los sectores agrícolas de Puerto Rico son “cuantiosas”, República Dominicana sigue en alerta y unos 10.000 haitianos siguen desplazados por las inundaciones. Uno de los lugares más afectados por Irma fue la isla de Barbuda, que ahora espera al huracán José, de categoría 4 que traerá “grandes olas destructivas” y poderosos vientos con ráfagas que podrían alcanzar los 240 kilómetros por hora, y arrasa las antillas menores siguiendo el rastro dejado por Irma.

Además de por el terremoto, en México están en alerta por Katia, el tercero de los huracanes, que se disipó ayer tierra adentro en el este del país. Aun así, la ahora tormenta tropical puede provocar peligrosas lluvias, según el NHC de EEUU.